Rozalén se convierte en Chavela Vargas: la nueva Dama del Poncho Rojo
Alternándose en el papel con Nita, la popular cantante debuta como actriz dando vida a Chavela Vargas en un montaje escrito y dirigido por Carolina Román


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Estando de gira en México con su anterior trabajo (‘Juguetes rotos’), quiso el destino que en la vida de Carolina Román se cruzase María Cortina, amiga personal de Chavela Vargas, y heredera de todos sus derechos, que acompañó a la gran diva de la ranchera en su partida final.
Fue así como surgió la posibilidad, contemplada en principio con cierta prevención por la dramaturga y directora argentina, de escribir y poner en pie ‘Chavela’. “Fabián Ojeda (responsable de Producciones Rokamboleskas junto con Nacho Guerreros) me animó a que me pusiera manos a la obra; pero yo no lo veía del todo claro –recuerda Román–. Cuando María (Cortina) vino a ver ‘Juguetes rotos’, me dijo que le parecía una buena idea que lo hiciera, y así fue, hablando mucho con ella, como finalmente me decidí. Yo no tenía demasiado interés en hablar del personaje, poque ya existen muchos y buenos documentales o biografías que lo hacen; lo que me interesó, a partir de esas conversaciones, fue la persona. Así que me propuse hacer un canto a la vida mostrando a esa persona”.

Un canto a la vida que brota, curiosamente, de los tres últimos días que la Vargas tuvo antes de abandonarla para siempre. Ese es el planteamiento argumental que ha ideado Román para su espectáculo: Chavela vuelve a casa después de una larga gira que será la última. Mientras espera que su amiga la Pelona venga a buscarla dentro de tres días, se coloca en el umbral que separa este del otro mundo. Los recuerdos, la imaginación y el deseo la llevan a recorrer los lugares “donde amó la vida” en distintas etapas de su existencia. “La obra aborda distintos asuntos que explican la personalidad y la manera de entender el mundo que tenía Chavela –apunta la directora–. Esos temas son la soledad, como precio que pagó por su libertad, la amistad, la vejez, las adicciones… y, por supuesto, la infancia, que tanto marcó su manera de ser”. En efecto, no ocultaba en sus memorias la cantante mexicana nacida en Costa Rica que
la suya no fue, precisamente, una infancia feliz: "A mis abuelos no los conocí y a mis padres más de lo que hubiese querido (…). Puesto que he de decirlo casi todo, lo diré: mis padres no me querían (...). Cuando se divorciaron, me fui con mis tíos, que Dios tenga en el infierno”. Repudiada desde niña, no hizo sino aumentar el rechazo hacia ella, ya en la juventud, su homosexualidad. Raro hubiera sido que aquel inveterado dolor emocional que arrastraba, anestesiado largo tiempo en el tequila, no se viera reflejado en la voz de sus canciones, quebrada, profunda y lastimosa como el aullido estremecedor de un animal abandonado en la más oscura y fría noche.

Un detalle relacionado con el proyecto de ‘Chavela’ que ha despertado mucha atención antes de su estreno es la inclusión en el reparto de dos conocidas cantantes que debutarán haciendo teatro. Se trata de Rozalén y Nita –vocalista esta última del grupo Fuel Fandango–. Ambas tendrán que cantar en escena incorporando, en días alternos, el personaje de “Chavela mito”, como lo define Román. Junto a esa “Chavela mito”, participan en la acción una “Chavela niña y joven”, a la que da vida Paula Iwasaki, y otra “Chavela anciana”, personaje interpretado por Luisa Gavasa desde el que, explica la directora, “se cuenta toda la obra”. A ellas se suman Raquel Varela y Laura Porras, que han de meterse en la piel del resto de personajes que van apareciendo. Pero hay otro nombre más, con un peso fundamental en una propuesta de este tipo, que completa elenco: Alejandro Pelayo. El músico de Marlango, cada vez más implicado en proyectos teatrales, no solo se ha ocupado de la composición y el diseño del espacio sonoro, sino que está presente en escena durante toda la representación interpretando en directo –junto a Rozalén o Nita cuando proceda– la partitura. “El público va a ver teatro, va a escuchar música y va a percibir una parte visual también importante –aclara la directora–. El mundo de Chavela es un mundo onírico; ella siempre narró la vida desde el realismo mágico. Y eso es lo que impregna un espectáculo variado y muy sensorial que se va conformando, y va llegando a distintos lugares muchas veces, a través de las propias canciones”.
Además de los profesionales ya mencionados, contribuyen a generar ese pretendido contexto de realismo mágico el polifacético Javier Ruiz de Alegría, ceñido en esta ocasión a labores de escenógrafo; los iluminadores Raúl Baena y Eduardo Vizuete; la vestuarista Elda Noriega, y el videoescenista Ezequiel Romero.
- Dónde: Teatro Calderón, Valladolid. Cuándo: desde mañana al 2 de febrero. Cuánto: desde 19,20 euros.