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Inauguración de Almagro

Todos a una con Rakel Camacho: "Poetizar la violencia es una mierda"

La directora manchega, bajo el paraguas de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, abre esta noche una nueva edición del Festival de Almagro con un Lope: 'Fuenteovejuna'

Imagen de uno de los ensayos de 'Fuenteovejuna' Pablo Lorente

Rakel Camacho (Albacete, 1979) está de dulce. Su último año es frenético. En su boca, "trepidante". 'La paz', 'Azul', 'El cuarto de atrás' y 'Las amargas lágrimas de Petra von Kant' dan fe de este "tsunami" que se ha estado preparando "durante mucho tiempo", apunta esta mujer que regresa a su tierra, a La Mancha, para abrir el Festival de Almagro.

Tras el Premio Corral de Comedias, que recogerá hoy Cristina Hoyos, será su turno. Tocará demostrar que este es su momento y que "esto no viene de la nada", continúa. "Se ha dado de manera natural y coherente. El trabajo de tanto tiempo ha terminado explotando" en esta 'Fuenteovejuna'encargada por Laila Ripoll como carta de presentación de su etapa al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (en Almagro y, en septiembre, abriendo la temporada en la Comedia madrileña).

El estreno estará precedido por el Premio Corral de Comedias a la bailaora Cristina Hoyos

Sin pretenderlo, así lo promete, Camacho ha logrado forjar un sello propio: "La dirección también es autoría. Tengo unas máximas que durante años han sido de manera inconsciente y desde hace un tiempo son más conscientes. Cuando es difícil ponerle palabras a una idea aparece la intuición para salir a flote y poder transmitirla. Eso ha ido ligado el desarrollo personal".

El estreno de esta noche es una de las citas clave en esta edición del Festival de AlmagroPablo Lorente

De un montaje a otro, el universo propio de la directora se muestra con una "estética diferente, pero parecida". "Y eso", prosigue, "tiene que ver con el diálogo de una misma con el autor", afirma. Rakel Camacho tiene clara la "importancia" del impacto visual en el espectador. "El estímulo debe llegarle para que sienta y piense, un ser 'sentipensante', a través del movimiento, la música, las acciones...".

Así, la albaceteña ha llegado a una 'Fuenteovejuna' que, reconoce, se mueve entre "lo peculiar y lo mágico. Es interesante. Es especial". En esta ocasión, Camacho ha virado ligeramente de los mundos "más oníricos" de sus anteriores obras a este Lope más palpable. Las palabras del poeta áureo la tienen "loca", sentencia quien, entre risas, afirma que no sabe si quiere dejar de hacer verso. Si en Francisco Nieva ('Coronada y el toro') ese mundo fantástico le iba al pelo, en esta ocasión, el texto invita al realismo con el que ha representado muchas de las escenas de violencia que se verán sobre las tablas. "Ese es el tema que nos ocupa, atraviesa y que nos duele. Está aquí de una manera radical".

Cartel de la obraCNTC

Aun así, advierte la directora, ella no está en Almagro para romantizar la vida ni los clásicos: "Poetizar la violencia es una mierda. No me vale como humana. He inventado imágenes para despertar violencia porque esa es la historia de la humanidad".

Sin que suene a tópico, sino a realidad, Camacho incide en la "vigencia" de una obra en la que "cada estrofa supera a la anterior". "Es un clásico para la vida actual y para todas las temáticas. Es la historia de la humanidad, del empoderamiento de la sociedad, de tomar lo que es mío porque me pertenece. Y, por supuesto, toda la historia del feminismo. No son compartimentos estancos: se habla de toda la responsabilidad política en contraste con las necesidades y la honra del pueblo. Un concepto, honra, que no ha desaparecido aunque hoy lo llamemos dignidad. Es una palabra ultrajada y hundida".

Para su directora, 'Fuenteovejuna' es "una historia de amor perseguido, maltratado y castigado". Un lugar en el que no se quiere dar espacio a la solidaridad comunal. "Y el pueblo se rebela contra eso. No es solo una venganza. Es no permitir que esa dignidad se pueda anular de una manera tan bestial. Los extremos funcionan. Y en esta obra, tanto en el amor como en la violencia, tenemos que contarlo así. La reacción viene desde los extremos y ni vamos a hablar de sutilezas ni he querido ir a por ellas porque sería cargarnos todo".

"La reacción viene desde los extremos y ni vamos a hablar de sutilezas ni he querido ir a por ellas porque sería cargarnos todo"

Rakel Camacho

"Es la humanidad lanzando y recogiendo una pregunta imposible de responder: ¿cómo acabar con la violencia? ¿Por qué se perpetúa siglo tras siglo, año tras año, día tras día? Disculpen la osadía, y también la obviedad, ya que no entiendo, ni quiero hacerlo, cómo es posible que en pleno siglo XXI sintamos con tal fuerza el impacto que emana de los versos de esta obra cumbre del Fénix de los Ingenios. Hay quienes han dicho (y hay quienes dicen) que en todas las revoluciones debe correr la sangre para subvertir el orden establecido; yo no lo sé (aunque reconozco haberlo dudado). Creo que Lope de Vega tampoco lo sabe".

'Fuenteovejuna' también abrirá la temporada del Teatro de la Comedia, en Madrid, en septiembrePablo Lorente

Frente a la unión que muestran los personajes de Lope, Camacho denuncia una sociedad actual construida para separar a sus integrantes. "Solo se busca el consumo individual. Ni en los bares se busca el diálogo y eso es peligroso", advierte antes de hacer referencia al diálogo previo al monólogo de Laurencia: una escena en la que la cuestión es qué debe intentar el pueblo para revertir la situación. "Morir, o dar la muerte a los tiranos, pues somos muchos, y ellos poca gente", responde Regidor. Barrildo, por su parte, clama: "¡Contra el señor las armas en las manos!".

«Es una escena que me enternece porque es una reunión clandestina. Si les pillan, los matan; se les ha prohibido ocupar la plaza», explica la manchega.

La ley de Lope de Vega y el notición de toda una vida

Una vez más, Lope "se impone. Siempre. Como todos los clásicos". Y es por ello que Camacho no supo decir "no" a Ripoll, directora de la CNTC, cuando esta le trasladó el encargo. "Me quedé ojiplática, claro. Muy fuerte. No podía parar de sonreír. Lo recibo como el notición de mi vida. Hay que ser muy valiente para hacer esto, y es probable que si me hubieran dado a elegir hubiera dicho cualquier otra cosa. De pronto fue como si bajara ese santo laico que es Lope para Laila y me echase una mano".

Montaje promocional de la obra; abajo, la directora del proyecto, Rakel CamachoSergio Parra / CNTC

Como tantos, la directora estudió el monólogo de Laurencia siendo una adolescente y le "atrapó". Pese a esto, su relación con el Siglo de Oro y, en concreto, con Almagro venía ya de lejos: "La primera vez que estuve aquí fue con nueve años y el teatro ya me fascinaba", recuerda una creadora que ha pisado estos escenarios en tres ocasiones como actriz y, con este estreno, otras tres como directora. Ahora, se pone al frente de un hito, el de ser la primera mujer en liderar esta obra de Lope para la CNTC, y lo hace con todas las ganas del mundo: "Queremos hacer la mejor 'Fuenteovejuna' de la historia. Si lo conseguimos o no ya se verá, pero esa es la intención".

Para ello, se ha contado con un reparto de 19 actores (Jorge Kent, Pascual Laborda, Chani Martín, Alberto Velasco...) y María Folguera firma una versión “fiel” y en la que “se ha hecho un interesante trabajo de condensación de información”, subraya Camacho: “Hemos eliminado personajes, pero a la vez se ha ampliado el pueblo con cuatro mujeres”. Además, la función cuenta con una música “potente”, en palabras de su lideresa, que ha acudido a las raíces apoyada en la percusión.

  • Dónde: Teatro Adolfo Marsillach, Almagro. Cuándo: hasta el 13 de julio. Cuánto: 21, 27 y 29 euros.