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Cine

«Terrifier 2»: el "slasher" viral del año que promete vómitos, mareos y tripas

El director Damien Leone vuelve a la carga con una nueva y sangrienta historia del payaso Art, responsable en EE.UU. de abandonos de salas, quejas y advertencias

«Terrifier 2»: el "slasher" viral del año que promete vómitos, mareos y tripas
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Ocurre, más o menos, desde finales de los años sesenta en el cine americano. Sobre todo, una vez el «slasher», ese género del terror en el que un grupo más o menos heterogéneo de sujetos va cayendo sobre el afilado machete de un asesino, se asentó como el tópico palomitero por excelencia de la experiencia amigdalítica compartida. Un director, con el presupuesto que le sobra tras pagar el alquiler, pone en marcha una idea para revolucionar las pautas propias de este tipo de películas.

Y, justo después, por lo civil o lo criminal, alguien por fin le pone el dinero delante para llevar su vanguardismo hasta las grandes audiencias. Pasó con John Carpenter (del corto «Captain Voyeur» a «Halloween»), con Tobe Hopper (de «Eggshells» a «La matanza de Texas»), con Wes Craven (de «La última casa a la izquierda» a «Las colinas tienen ojos»), con Sam Raimi (y la saga "Evil Dead") y, más recientemente con James Wan (de «Saw» a «Insidious»).

Eso es exactamente lo que ha ocurrido ahora con Damien Leone y su saga «Terrifier», protagonizada por el inquietante payaso Art. Responsable de maquillaje y efectos especiales en películas de bajo presupuesto desde 2005, Leone se lanzó en 2011 a la dirección con un pequeño cortometraje sobre un payaso sádico que, en la noche de Halloween, aprovechaba para asesinar a todo aquel que pasara por delante, siempre con un sentido artístico y cómico gozoso en su negrura. Fue tal su éxito en circuitos propios del horror que en 2013 rodó una secuela y, ya con las hechuras presupuestarias «indies», se lanzó al largometraje en 2016. Su atrevida «Terrifier», en la que una mujer era cercenada desde la entrepierna hasta la boca, se viralizó de inmediato y se convirtió en una de esas «joyitas» del horror que todo aficionado quiere ver, bien para confirmar si está a la altura de la palabra «revolución» o si solo se trata de una explotación brutal más de los límites del gore en pantalla.

Asesinatos imaginativos y grotescos

Más de una década y varios miles de dólares después, Leone ha encontrado distribución y presupuesto de carácter global para «Terrifier 2», que se estrena este viernes 24 de febrero en España con la promesa de ser más grande, más bestia y más sádica. También, atribuyéndose el curioso mérito de ser responsable en EE.UU. de vómitos, mareos y hasta abandonos masivos de sala por lo gráfico de su violencia. El director, que se ruboriza al ser preguntado por su Art como nueva adición al Salón de la Fama en el que ya están Jason Vorhees, Michael Myers o Freddy Krueger, atiende a LA RAZÓN desde Los Ángeles sobre la responsabilidad de la secuela, la integridad de su payaso, las acusaciones de misoginia y hasta el cameo del luchador y cantante Chris Jericho.

PREGUNTA.- Por supuesto, usted es consciente del éxito de su película, tanto en Estados Unidos como en el extranjero, pero, ¿se sorprendió cuando le dijeron que iban a estrenar en taquillas como la española?

RESPUESTA.- No dejo de sorprenderme nunca. Ni siquiera esperábamos que la película funcionara tan bien en los cines de aquí. Toda esa explosión cinematográfica ha sido una de las sorpresas más grandes de mi vida, y eso que no creo que haya nadie que crea en la película más que yo. Creo en su potencial, porque si no, no habría peleado tanto. Pero es que cuando mi propio equipo me preguntaba, yo les decía que iríamos a un par de cines y luego a "streaming", que es lo que pasó con la primera parte. No esperaba quitarle salas a "Barbarian" o la nueva "Halloween". Son dos horas y 18 minutos de slasher, sin censura... no tiene muchos precedentes. Pero todo el mérito es de mis distribuidores, que la lanzaron con 500 copias y a la semana siguiente ya les pedían hasta 800. Y justo ese segundo sábado fue cuando empezaron a llegar las noticias de los vómitos y los desmayos, se viralizaban videos en Twitter y TikTok... fue increíble. Pasamos de 0 a estar en los "morning" shows y en Howard Stern.

-Hablando del proceso, quería preguntarle por el manejo de expectativas. Los fans del horror y del terror esperaban que usted buscara los límites, yendo más lejos de una manera más bestia, pero claro, sin traicionar el espíritu de "Terrifier" y de Art el payaso. ¿Cuál era el desafío aquí?

-Como has dicho, quería respetar la integridad... Bueno, la integridad (ríe) de "Terrifier". No quería perder nunca el tono de un slasher clásico, sucio y con alma de serie Z. Esa siempre fue mi red de seguridad, los asesinatos, por ejemplo. Ahí siempre sabía que iba a estar cómodo, pero había que hacer más grande el foco. Ya, simplemente a nivel de producción, quería crecer. La película se ve mejor y se siente mejor porque hemos cuidado más la fotografía y los escenarios, que son mucho más grandes. Pero en cuanto a términos de desafío, el principal era la presentación de Sienna como antagonista. Era muy importante, para mí, ser capaz de crear una heroína y, a la vez, que funcionara en la trama onírica. El tono, quizá, se acerca más a "Pesadilla en Elm Street" que a otros referentes del género. Pero sabía que eso sería polarizador, por lo que tenía cierto miedo. Al final, y más allá de la sangre, la película va sobre un demonio dándose cuenta de que es un demonio y un ángel dándose cuenta de que es un ángel.

-¿Qué piensa cuando se pone a Art a la altura de los Jason, los Freddy o los Michael Myers?

-Me tengo que pellizcar. Por supuesto, hay algo de síndrome del impostor cuando lo escucho, pero, objetivamente como fan del terror, creo que es un personaje bastante molón. Visualmente llama mucho la atención y tiene una personalidad bastante única, te apetece pasártelo bien con él. Por supuesto, mucho mérito es del actor, David Howard Thornton. Jamás diría que he creado un icono, pero me encanta escucharlo de otros. Ojalá pueda ir creciendo en el tiempo, siendo más querido. Intentaré no cagarla en el futuro.

"Terrifier 2" se estrena en cines el 24 de febrero
"Terrifier 2" se estrena en cines el 24 de febreroSELECTAVISIONSELECTAVISION

-Cuando salió la primera "Terrifier", muchas críticas positivas señalaban, eso sí, la vuelta sobre ideas misóginas. Personajes femeninos insoportables, muertes muy violentas... Y como fan, me preocupé. Pensé que en la secuela buscaría redoblar esas ideas y, al contrario, la película parece escrita teniendo eso en cuenta. ¿Ha sido un tema que ha tenido en cuenta para escribir el guion?

-Honestamente, no. Ha sido todo bastante genuino. Pero no me entiendas mal, escucho a los críticos y puedo entender ese razonamiento. Me intento quedar con la crítica o los comentarios sobre la película. Puedo entender que alguien vea misoginia en la película, o en la historia, pero no que se me acuse a mí personalmente de ello. No puede estar más lejos de mi persona, así que me da un poco de risa. ¿He escrito un personaje femenino fuerte y poliédrico para librarme de esas críticas? No, ni mucho menos. El personaje de Sienna estaba escrito para el segundo corto, pero lo acabamos quitando para no alargarlo de más. De hecho, hace poco encontramos unos storyboards de 2008 en los que ya la habíamos dibujado. Así que no, no odio a las mujeres (ríe), pero entiendo por qué alguien podría haber visto esa misoginia en la primera parte. Mucho tiene que ver también con Lauren LaVera, la actriz de Sienna, porque es capaz de darle muchas capas al personaje.

-También tiene que ver con los propios códigos del "slasher", el concepto mismo de la "final girl"...

-Por supuesto. Todas las películas con las que crecimos tienen a esa damisela en apuros, pero las buenas sabían subvertir el tópico y transformarlo en algo más. No podemos acercarnos de manera tan inocente al cine. Y, claro, quien repite los pasos de las películas clásicas, con esas torturas a mujeres o persecuciones, es mi yo de 10 años, no el director que está intentando intelectualizar a un payaso que mata gente (ríe). Hay varias capas, hay varios niveles y, claro, cualquier lectura que aporte más a mi película es bienvenida. Tiene que ver también con la vulnerabilidad, y con el efectismo. La audiencia se siente más desprotegida si tiene que identificarse con Jamie Lee Curtis al final de "Halloween", que si lo tiene que hacer con Arnold Schwarzenegger al final de "Predator".

-¿Cree que el fenómeno "Terrifier" puede amplificar de nuevo el terror como género masivo? En España, por ejemplo, cada vez tiene menos relevancia. Al menos, comparándolo con EE.UU., donde plataformas como "Shudder" o "ScreamBox" se mantienen con éxito.

-Es una pena, pero es que el terror no se va a ir a ninguna parte. Quizá es el género más constante en la historia del cine, con todas sus variaciones y experimentos. Siempre vuelve el slasher, siempre vuelves las posesiones, siempre vuelve el terror mezclado con drama. ¿Ya no será en el cine? No lo sé, pero creo que en Estados Unidos sí tenemos el tejido para seguir creciendo.

-¿Hubo algún momento en "Terrifier 2" en el que tuviera miedo, o al menos algún reparo, respecto a lo gráfico de una escena?

-Sí, sí, por supuesto. Más de una vez. ¿Qué es Art? Una especie de hijo de Jack el destripador y el diablo, entonces tiene que actuar como tal. Pero no quiero alienar tampoco a la gente, no quiero que nadie lo pase mal o que esté esperando que la película termine. No quiero que nadie vaya a casa a ducharse después de verla, aunque sea lo que algunos me lo hayan dicho. Pero aquí la gracia pasaba por lo onírico, porque eso me permitía jugar en más niveles. En términos de violencia, claro, pero también en términos de "seguridad" para el espectador. Todo es mucho más fácil de ver como cinematográfico y no real. Pero claro... luego castramos a un tipo. Ahí fue cuando realmente discutimos sobre qué hacer. La gracia de Art pasa por lo cómico, no solo por castrar al tipo sino por hacer algo con ello. ¿Y qué hacemos? Cada idea era peor que la anterior, con menos gusto. Nos tuvimos que limitar nosotros mismos. Y luego trabajamos con niños en un momento de la película, otro lugar peligroso. Así que en lugar de trabajar con niños pequeños, subimos la edad de la escena. No es cuestión de traumatizar a nadie. Hay líneas que no voy a cruzar nunca, claro.

-Y ya la última. ¿Cómo se gestó el cameo del luchador de "wrestling" (lucha libre) Chris Jericho?

-¡Fue una pasada! ¿A que mola? (ríe). Pues fue divertido, porque se conoció con David Howard Thornton, nuestro actor de Art, en una convención de fans, firmando cosas. Luego, Chris le invitó a su podcast y le pidió mi contacto. Nos cruzamos unos cuantos mensajes y me dijo que si en algún momento quería contar con él, que no dudara en llamarle. ¿Chris Jericho quiere salir en mi película? Le voy a escribir un papel específico, maldita sea. Fue un tipo genial, y nos apoyó en todo lo que pudo. Se portó maravillosamente con todo el mundo en el rodaje y fue espectacular. Y eso que yo tenía un poco de miedo, o quizá de terror de fan, pero no puede ser más sencillo y buena persona, en realidad. Además, es un fan muy loco del terror, así que me hizo muy feliz. Ojalá podamos contar con el para el principio de la tercera parte.