Cine

La horrible tragedia de un niño que inspiró el guión de “Pesadilla en Elm Street”

Wes Craven fue víctima de Bullying en su infancia y rescató el nombre de su acosador para ponérselo al villano de la película

Freddy Krueger
Freddy KruegerLa Razón

“Pesadilla en Elm Street” marcó a una generación se convirtió en un clásico del cine de terror, del que luego fueron mutando secuelas como hongos en un día soleado después de un periodo de lluvias. Entre 1984 y 2010 se rodaron en total nueve películas. Fueron muchos los factores que ayudaron a Wes Craven a convertir la cinta en un éxito. El terrorífico aspecto del villano Freddy Krueger, el ruido de las cuchillas de sus manos rozando por las paredes, la idea de ambientar toda la trama en los sueños de las personas, algo incontrolable y por tanto terrorífico...

Para ello, Craven mezcló varias situaciones e ideas terroríficas. El nombre del protagonista lo tuvo fácil, le puso el del matón que le hizo la vida imposible cuando era un niño, Fred Kruger.

La historia la rescató de los medios de comunicación, como ha ocurrido otras muchas otras veces en el cine, la mezcló con vivencias suyas y armó un guión que aterrorizó a millones de personas.

El argumento narra la historia de varios jóvenes de una pequeña localidad tienen habitualmente pesadillas en las que son perseguidos por un hombre con la cara deformada por el fuego y que usa un guante terminado en cuchillas afiladas. Algunos de ellos comienzan a ser asesinados mientras duermen por este villano, que resulta ser un asesino al que los padres de estos jóvenes quemaron vivo hace varios años tras descubrir que había asesinado a varios niños.

Para la imagen del villano se inspiró en un hombre espeluznante que vio cerca de su casa cuando era niño. Pasó cerca de la ventana de su habitación, le asustó simplemente con una mirada profunda y se alejó calle abajo. La verdadera historia fue extraída de “Los Ángeles Times”, que llevaba un reportaje sobre familia que había huido de Camboya debido a la guerra y el genocidio en Laos, Camboya y Vietnam y había logrado llegar a Estados Unidos en los años 70.

Muchos de estos refugiados sufrían pesadillas que hicieron que se negaran a dormir para que no se repitieran. De hecho, los sueños eran tan impactantes que algunos de los hombres, de entre 19 y 57 años, llegaron a morir mientras descansaban por la noche. El fenómeno de esta muerte súbita e inexplicable llegó a ser conocido por los médicos como Síndrome de Muerte Asiática. Posteriormente, el nombre varió a Síndrome de muerte nocturna súbita e inexplicable (SUNDS). Cuando la película de Wes Craven llegó a los cines en 1984, más de 100 personas habían muerto de esta forma.

Entre las víctimas se encontraba un niño que había tenido “pesadillas inquietantes” durante días y se negaba a dormir por miedo a que le pasara lo que al resto de compatriotas. Según explicaría Craven en una entrevista, el menor finalmente cayó de agotamiento y se durmió, lo que hizo pensar a sus padres que la crisis había terminado. Sin embargo, un grito aterrador los despertó por la noche. El niño había vuelto a tener la misma pesadilla. Un hombre aterrador le perseguía. Cuando trataron de llegar hasta él para consolarlo, había muerto. “Murió en medio de una pesadilla. Era un joven teniendo una visión de un horror que todos los mayores negaban. Eso es lo que se acabó siendo la línea central de ‘Pesadilla en Elm Street’”, confesaría poco después Craven.