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Aniversario

120 años de historia con acento bravo

La Real Unión de Criadores de Toros de Lidia celebra su aniversario reforzando su papel como pilar del campo

120 años de historia con acento bravo RUCTL

Un siglo y dos décadas después, la fotografía sigue enmarcada: un grupo de ganaderos, con el Duque de Veragua al frente, fundaba en 1905 la Unión de Criadores de Toros de Lidia para proteger lo suyo. Lo suyo era —y es— una raza única, el toro bravo, y una forma de vida ligada al campo y a la defensa de lo autóctono. Hoy, esa misma entidad, ya con el título de «Real», celebra 120 años como columna vertebral del campo bravo y escudo del legado ganadero más singular de la península.

En este 2025, y con el Rey Felipe VI como presidente de honor, la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia (RUCTL) representa a más de trecientos hierros repartidos entre España, Francia y Portugal. Lo que comenzó siendo un grupo de resistencia frente a los abusos de tratantes o los caprichos de ciertos toreros, se ha convertido en una institución clave para la ganadería en general, en contacto directo con Europa, Bruselas mediante, por cuestiones como la PAC, el bienestar animal o las enmiendas animalistas que, año tras año, buscan limitar a la raza brava. A esas amenazas, la RUCTL ha respondido no solo con política, sino con innovación: desde hace años, sus socios gestionan sus ganaderías desde una plataforma online propia. No hay otra raza ganadera en Europa que haya dado ese paso.

La historia de esta institución está tejida con algunos de los hitos más importantes del toreo. Desde el cisma del Pleito Pagés o el caos de la posguerra civil, que obligó a recomponer la cabaña brava casi desde cero, hasta la creación del Libro Genealógico o el impulso de la primera Feria Mundial del Toro. En 2013 logró que se reconociera la tauromaquia como Patrimonio Cultural, sembró la semilla que germinó como la Fundación Toro de Lidia en 2015 y, en 2020, enfrentó la paralización total de la actividad por la pandemia con más organización que lamentos. Su capacidad de articular respuestas colectivas es una de sus grandes fortalezas.

Pero si algo define estos 120 años, es su voluntad de adaptarse. De mantenerse firme en lo esencial y flexible en lo instrumental. No se trata solo de defender una expresión cultural como la tauromaquia, sino también de preservar una raza singular que vive en un ecosistema propio: la dehesa. Un entorno que no existiría sin el toro y que convierte a la cría de bravo en una actividad con enorme valor medioambiental. De hecho, el gran eje estratégico de los últimos años ha sido vincular más al sector con el mundo rural en su conjunto. De ahí, su participación en la Alianza Rural, o su papel en la histórica manifestación del 20 de marzo de 2022 que sacó al campo a la calle en Madrid.

Actualmente, la RUCTL agrupa a 343 ganaderías, con más de 200.000 reses que ocupan 540.000 hectáreas de dehesa. Cada año se lidian unas 17.000 cabezas, y la carne de lidia ha incrementado su presencia comercial un 47 % gracias a Fedelidia.

Ganaderos fundadores de la UniónRUCTL

Además del espectáculo, la entidad promueve un modelo ganadero que aporta valor ambiental, económico y cultural, con especial foco en la conservación genética y también en la sostenibilidad.

Para conmemorar esta cifra redonda, la RUCTL ha diseñado un programa de acciones ambicioso. En Las Ventas, durante la Feria de San Isidro, se celebrará una corrida homenaje que servirá de puesta de largo.

En paralelo, se lanzará el llamado «Libro Verde del Toro Bravo», un compendio técnico, ecológico y cultural sobre la raza. También se han proyectado exposiciones fotográficas de gran formato para sacar el toro a la calle, en espacios abiertos de distintas ciudades españolas, buscando que incluso el público ajeno a la tauromaquia pueda acercarse —aunque sea con los ojos— a la imponencia del animal y su entorno.

Desde que obtuvo el título de Real en 2022, la RUCTL ha profundizado en una transformación digital que incluye la modernización de su web, la transparencia de sus datos y el acceso a informes y herramientas para sus socios. Además, ha lanzado iniciativas como RUCTL Joven, una plataforma que busca formar y conectar a las nuevas generaciones de ganaderos, conscientes de que el futuro se juega también en las redes, en los foros legislativos y en la capacidad de emocionar fuera del albero.

Hoy la «Unión» —así, sin más— cumple 120 años como una de las entidades ganaderas más longevas del país. El toro bravo sigue siendo su eje, pero ahora se le añade el conocimiento técnico, la responsabilidad ambiental y la necesidad de explicar(se) al resto de la sociedad. Porque lo que hace siglos se daba por hecho, ahora hay que defenderlo. Y en eso, esta casa tiene aún mucho que decir.