Albacete recobra las buenas costumbres con ASPRONA
El nuevo Caballero salió a hombros en la recuperada corrida de beneficencia
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Tras dos años en blanco, Albacete recuperó la tradicional corrida a beneficio de Asprona, un festejo que se celebró por primera vez en 1969 y que con esta llegaba a su edición número cincuenta. Un logro que, sin embargo, no tuvo reflejo en la asistencia de público y la plaza sólo se llenó en aproximadamente su mitad. Y eso que el cartel era de campanillas. Empezando por el ganado, marcado con el hierro del ganadero local Daniel Ruiz, que no suele fallar en esta plaza, lidiando ahora un encierro que aunque falto de fuerza tuvo nobleza y buen son. Y se recuperó la esperanza de que Albacete vuelva a tener un torero en la élite.
Tras haber debutado con caballos unas semanas antes, Manuel Caballero hijo se presentó en Albacete y lo hizo con buen pie, demostrando maneras y frescura, cumpliendo un primer trasteo de muchas ganas pero con intermitencias debido a su ímpetu y a la poca fuerza del novillo. Con el sexto, de embestir incansable, se lució al torear de capa y dejó claro que tampoco le falta arrojo y corazón, matando como un cañón. El futuro está en sus manos.
La primera oreja se la llevó Ureña, entregado desde que se abrió de capa para recibir al segundo, noble y pastueño al que exprimió en una faena que a punto estuvo de estropear con el estoque. También derrochó ilusión y disposición el quinto, al que sacó todo lo que tuvo en otro quehacer de largo metraje de nuevo mal rematado con el estoque.
Otra oreja paseó Morante del cuarto, acertando al dejar que se le diera en el caballo, saliendo el toro ahormado y con fuelle para que cumpliese una faena con empaque y hondura, sobre todo al torear en redondo, y con abundantes detalles de torería y sabor añejo. Su primero, que se aplomó tras el primer tercio, hizo inútiles sus esfuerzos por lucir.
Albacete, 12 de junio. Corrida de ASPRONA. Alrededor de media entrada.
Cuatro toros y dos novillos de Daniel Ruiz, conjunto bien presentado y aunque de poca fuerza buen juego.
Morante de la Puebla (de negro y oro), media y cuatro descabellos, silencio; entera, aviso, dos descabellos, oreja.
Paco Ureña (de carmesí y oro), dos pinchazos y estocada, oreja tras aviso; tres pinchazos, entera, ovación.
Manuel Caballero (de tabaco y oro), tres pinchazos y estocada, ovación; entera, dos orejas.