Damián Castaño, fuera del hospital y en camino a su reaparición

No habían pasado ni 72 horas desde que cayó herido de gravedad en Las Ventas y Damián Castaño ya abandonaba el hospital. El torero salmantino ha recibido este miércoles el alta médica en la Clínica La Fraternidad Muprespa – Habana de Madrid, donde ingresó el pasado domingo tras ser alcanzado por el quinto toro de la tarde. Una cornada seca, violenta, en plena faena de entrega absoluta.

El parte médico, firmado por los doctores Máximo García Padrós y Máximo García Leirado, fue claro desde el principio: herida por asta de toro en la cara posterior del muslo izquierdo, con dos trayectorias. Una de ellas, de 15 centímetros, llegó a contusionar la arteria femoral; la otra, de 10, afectó al isquion. A pesar de la gravedad, la intervención fue rápida y eficaz. Y la evolución, afortunadamente, muy positiva.

Ahora, Castaño ya está en Salamanca, donde continuará su recuperación con el objetivo de volver a los ruedos cuanto antes. En declaraciones a medios locales, ha reconocido sentirse feliz por haber dejado el hospital, aunque aún siente molestias al apoyar la pierna. El camino hacia la plena recuperación no será fácil, pero la motivación está clara.

Y es que en el horizonte ya aparece un compromiso mayúsculo: el 27 de abril en San Agustín del Guadalix, el salmantino afrontará una auténtica gesta: seis toros de Dolores Aguirre en solitario. Una cita que había despertado enorme expectación y que, tras lo vivido en Madrid, adquiere un carácter aún más simbólico y admirable.

La historia de Damián Castaño en Las Ventas ya era seria, pero la del pasado domingo ha marcado, probablemente, un antes y un después en su carrera. Una tarde de entrega sin reservas, con verdad… y con sangre. Ahora queda recomponer el cuerpo, porque el alma ya volvió triunfadora de Madrid.