Herido
Morante, cogido grave en Pontevedra en el año de su vida
El torero sufrió una herida en el muslo de dos trayectorias
El toreo contiene a veces su propia paradoja. Cuando más alto vuela un torero, más cerca parece estar de tocar el suelo. Y eso ha ocurrido este domingo en la plaza de toros de Pontevedra, donde Morante de la Puebla ha sido cogido de manera dramática por el primer toro de la tarde, en pleno corazón de la faena de muleta.
El toro, de la ganadería de Garcigrande, lo prendió con violencia, lo hizo carne, lo zarandeó sin piedad. Por un momento, todo pareció detenerse. La cogida, limpia y seca, dio la impresión de ser grave desde el primer instante. Morante quedó a merced del animal. Y el silencio se apoderó del tendido.
Mientras Alejandro Talavante tomaba las riendas de la lidia —el cartel lo completaba Daniel Luque—, el diestro sevillano fue trasladado con urgencia a la enfermería de la plaza. Allí, los médicos confirmaron el percance: una cornada en la cara interna del muslo derecho, con una trayectoria doble —una de 10 centímetros descendente y otra ascendente de 6— que afecta tejido subcutáneo, fascia y el abductor mayor. El parte médico la catalogó como de pronóstico grave.
El equipo médico, encabezado por el doctor Pedro Gil, decidió su traslado inmediato a la clínica Quirón de Pontevedra, donde fue intervenido con éxito. Una vez finalizada la operación, el torero quedó en observación, aunque todo apunta a que será dado de alta en las próximas horas. Aun así, Gil se mostró cauto: “Esta cornada puede tenerle sin torear entre diez y quince días. Aunque ya se sabe cómo son los toreros... igual en una semana está otra vez en el ruedo”.
🩸 El golpe más duro en pleno estado de gracia
El percance llega en un momento crítico: Morante atraviesa la que quizás sea la temporada más rotunda de su carrera. Venía de cortar un rabo en Marbella, de salir a hombros en El Puerto de Santa María, donde revivió con crudeza su tensión con Roca Rey tras un quite que terminó con cruce de palabras duras entre ambos. El peruano llegó a soltarle una frase que ya circula entre los mentideros taurinos: “Fúmate un purito... despacito”. Eso sí, antes el de La Puebla se despachó a gusto increpando a Roca aludiendo a que en este país las cosas no se hacían así... Polémicas intencionadas aparte.
La cornada compromete una agenda cargada de compromisos clave: este lunes debía torear en Huesca, el 15 en San Sebastián, y los días 16 y 17 en Gijón y Ciudad Real, compartiendo cartel precisamente con Roca Rey y Juan Ortega. Además, tenía doblete en Málaga (18 y 20), antes de llegar a la trascendental cita del día 22 en Bilbao. La gran pregunta ahora es: ¿dónde reaparecerá Morante?
👑 El año del renacer
La de 2025 es, sin duda, la temporada del renacimiento definitivo de Morante. Tras superar un delicado trastorno de salud mental que condicionó su rendimiento en 2023 y 2024, el torero de La Puebla ha vuelto a los ruedos con una profundidad artística que ha desatado el fervor del aficionado. Su rabo en Salamanca, su tarde mágica en Jerez, la dimensión de su paso por Madrid y Sevilla, y su salida a hombros en Pamplona, más numérica que apoteósica por lo acontecido en el ruedo, son sólo algunos de los hitos de un año que ya es histórico.
En ese contexto, su baja —aunque previsiblemente breve— representa un auténtico problema para muchas empresas. Morante no es de fácil sustitución.
Morante está viviendo su plenitud. Y aunque esta cornada lo obligue a parar, nada parece capaz de frenar el curso de su leyenda.