
Feria de Abril
Morante, Luque y Rufo, con los toros de Garcigrande, para incendiar Sevilla
La Feria de Abril continúa con una combinación de toreros en plenitud y una ganadería que sabe lo que es emocionar a esta plaza

La Real Maestranza se viste de nuevo de gala para una de las tardes marcadas en rojo en el calendario de la Feria de Abril 2025. Hoy, viernes 9 de mayo, los toros de Garcigrande serán los encargados de medir la inspiración de una terna con argumentos sobrados para levantar pasiones en Sevilla: Morante de la Puebla, Daniel Luque y Tomás Rufo. El festejo comenzará a las siete de la tarde.
Los seis toros de Garcigrande aguardan ya en los corrales del coso del Baratillo. No son unos desconocidos para el público sevillano. Muy al contrario: esta divisa ha estado detrás de algunas de las faenas más celebradas en los últimos años, incluido el mítico "Orgullito", aquel toro indultado por El Juli en 2018 que forma parte ya de la historia viva de la plaza. Con su encaste Domecq marcado por la clase y la entrega, esta ganadería tiene la habilidad de sacar lo mejor de quien se atreve a apostar por ella.
La expectación crece si se atiende al cartel. Morante de la Puebla cierra hoy su paso por esta feria, y lo hace en lo más alto. Su regreso a los ruedos, después de varias semanas de incertidumbre, ha sido una de las noticias más celebradas del toreo en 2025. A ello se suma su portentosa actuación el pasado 1 de mayo, cuando cortó dos orejas a un toro de Domingo Hernández, sangre hermana de la que hoy se lidia.
Daniel Luque, por su parte, vuelve a La Maestranza tras su contundente triunfo en el Domingo de Resurrección. El sevillano atraviesa un momento decisivo en su carrera y tiene ante sí una nueva oportunidad para afianzarse como nombre propio de esta feria. Y cierra la terna Tomás Rufo, un torero joven pero curtido, que ya ha demostrado en esta plaza que no necesita presentaciones. El de Toledo viene con hambre y con el aval de quien no suele dejar escapar sus oportunidades.
Un cartel de los que se cuecen a fuego lento pero que pueden arder en cuanto se abra la puerta de chiqueros. Porque aquí, en Sevilla, todo puede suceder.
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