
Veto antitaurino
Nueva ofensiva contra la tauromaquia en México: suspendidas las corridas en Ciudad Juárez
La afición vuelve a quedar a la espera mientras se reaviva un proceso judicial que ya fue superado en 2023 y cuya resolución choca con la legalidad vigente

La plaza de toros "Alberto Balderas" de Ciudad Juárez ha vuelto a ser silenciada por decisión judicial. Un nuevo amparo promovido por una asociación antitaurina ha resultado en la suspensión provisional de todos los festejos programados, justo cuando la segunda parte de la Temporada 2025 estaba en marcha. El revés ha sorprendido tanto a la empresa organizadora como a la afición, que ve cómo, una vez más, el toreo en México se convierte en campo de batalla legal.
La resolución emitida por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito revoca una decisión previa del Juez de Distrito que había devuelto la actividad taurina a la ciudad tras una primera suspensión en octubre. La historia se repite: prohibición, recurso, reapertura… y ahora otra vez el freno. Esta inestabilidad jurídica no solo afecta a los profesionales del toro, sino también a miles de aficionados que ya habían asegurado su presencia en los tendidos.
Lo más llamativo del caso es que la nueva suspensión contradice directamente una sentencia firme de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emitida en diciembre de 2023, que reconocía la validez de los espectáculos taurinos bajo el marco legal vigente. La empresa Espectáculos Monterrey, que cuenta con todos los permisos en regla, ha comparecido como Tercera Interesada en el proceso y ya ha anunciado que presentará alegatos para revertir la medida.
Desde la organización insisten en que “la tauromaquia es una expresión cultural viva y legalmente protegida en México”. Los festejos en Ciudad Juárez, aseguran, han transcurrido siempre en un ambiente pacífico, familiar y respetuoso, reflejo de una afición que, pese a la presión política y judicial, sigue respondiendo con entusiasmo. La corrida del 23 de noviembre, última del ciclo, ha quedado suspendida de forma temporal a la espera de que se resuelva el recurso.
En un país que se presume libre, el derecho a elegir también debería incluir la posibilidad de acudir a una plaza de toros sin que ello implique un conflicto constante. Lo que está en juego aquí no es solo un cartel o una fecha: es el respeto a una manifestación cultural que forma parte del imaginario colectivo mexicano. Y mientras algunos buscan imponer una visión única, otros defienden el pluralismo desde los ruedos.
La plaza "Alberto Balderas" se ha convertido en símbolo de esa tensión permanente entre dos visiones enfrentadas de la cultura y la libertad. Pero más allá del litigio puntual, la pregunta sigue sin respuesta clara: ¿quién decide qué expresiones culturales pueden sobrevivir en la arena pública?
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