¿A quién y por qué se le rindió tributo este domingo 10 de junio en Las Ventas?

Cuando la empresa Plaza1 anunció los carteles de la feria de San Isidro 2023 también hizo oficial una de sus apuestas más importantes de la temporada, la de crear una corrida de toros especial en Madrid, una que sirviera de homenaje a los “Toreros de Madrid” que ya no están con nosotros, pero cuyo recuerdo permanece vivo entre los aficionados. Y, como no podía ser de otra manera, el primero de los diestros recordados era José Cubero “Yiyo”.

Aunque el diestro nació en Burdeos (Francia), el 16 de abril de 1964, a donde su familia se había marchado para iniciar una nueva vida, pero donde el toro siempre estuvo presente, Yiyo siempre fue considerado madrileño, pues todos regresaron a vivir al barrio de Canillejas, con el que siempre estaría ligado.

Yiyo se convirtió rápidamente en el alumno adelantado de la Escuela Taurina de Madrid, la misma que desde 2016 lleva su nombre, ya que, desde el mismo día de su alternativa, el 30 de junio de 1981 en Burgos, de la mano de Ángel Teruel y José María Manzanares, con el toro “Comadrejo” de Joaquín Buendía, José Cubero se instaló en lo más alto del escalafón. De hecho, ya como novillero había conseguido enamorar a los aficionados con la pureza de su concepto y personalidad.

En Madrid, Yiyo era más que un torero local, era el ejemplo a seguir por todos lo que venían detrás de él y los maestros que le precedían, le abrían sitio en su mesa por el respeto que les generaba. Las Ventas fue su plaza, abrió la puerta grande como novillero en 1981 y repitió este éxito por partida doble, ya como matador de toros, el 1 y 9 de junio de 1983.

La temprana muerte de José Cubero, el 30 de agosto de 1985 en Colmenar Viejo, a los 21 años, generó una verdadera conmoción social en todo el país y, más todavía, en el mundo taurino en específico, pues en muy poco tiempo, Yiyo se convirtió en el torero con más influencia en el escalafón y el futuro del toreo iba a estar marcado por su legado. De hecho, las generaciones de toreros que le siguieron siempre le han tenido como referencia.

Por todo esto, la empresa de la Monumental de Las Ventas ha querido rendir homenaje a su recuerdo con la celebración de la primera corrida “In Memoriam”, el domingo 10 de junio, en la que El Juli, Alejandro Talavante y Roca Rey, que rozó la puerta grande usando un vestido burdeos y azabache, como tributo personal al torero madrileño, hicieron el paseíllo ante unos tendidos abarrotados de público y de una importante nómina de personajes de la sociedad española, que no se quisieron perder el espectáculo.

No obstante, aunque en los pasillos de la plaza de toros se expusieron distintas fotografías del archivo de Botán que retrataban el paso de Yiyo por Las Ventas, se echó de menos algo más, algún acto cultural o alguna otra iniciativa que, aparte del minuto de silencio tras el paseíllo, hiciera más vivo el recuerdo en torno a la figura del torero madrileño.