Feria de San Fermín

Víctor Hernadez: “Tuve mucha suerte en Torrejón; un golpe más y pudo ser fatal”

Salió lanzado de Madrid, pero una fractura craneal ha cortado (de momento) su progresión. Hoy es una baja sensible en Pamplona

Víctor Hernández, torero
Víctor Hernández, toreroPlaza1

Hoy debería estar vistiéndose de luces para actuar en Pamplona, una de esas plazas que marcan el rumbo de una carrera. Pero una grave cogida en Torrejón de Ardoz lo ha cambiado todo. Víctor Hernández, uno de los nombres que dejó huella en la pasada feria de San Isidro al cortar una oreja de peso a un toro de El Pilar, habla desde la calma obligada de su convalecencia. Con franqueza y serenidad, repasa lo vivido, el vértigo de una lesión craneal, las ilusiones truncadas y las plazas donde se le espera. Una conversación que revela al torero y al hombre.

Víctor, han sido varios días de hospital e incertidumbre tras lo ocurrido en Torrejón. ¿Cómo está ahora?

Físicamente me siento bien, pero tengo que tomarme las cosas con calma. He tenido muchísima suerte y aunque lo único que quiero es volver a torear, a ponerme en el mismo sitio con los toros, ahora lo que debo hacer, lo responsable, es parar y esperar. Me dijeron los médicos que ir a la playa y estar al nivel del mar me vendría muy bien para la recuperación, así que me he venido unos días a Alicante para tratar de desconectar.

¿Qué ocurrió tras el percance en Torrejón?

Al principio me atendieron en la enfermería de la plaza y todo parecía bien, me mandaron al hotel, pero yo no terminaba de sentirme bien y mi madre insistió en que fuera al hospital. Fui a la mutua en Majadahonda, pero no tenían radiólogo. Esa noche apenas dormí de la preocupación. A la mañana siguiente me hicieron un TAC en el hospital La Princesa y allí se confirmó que tenía un hematoma craneal de 1,1 cm. Podría haber sido mucho peor, incluso haber requerido cirugía. Tuve muchísima suerte; un golpe más y habría sido grave, o incluso fatal.

¿Siguen existiendo riesgos de sangrado o coágulos?

Sí. Me han advertido de que no puedo hacer esfuerzos: levantar peso, correr o cualquier actividad que aumente la presión en la cabeza. La fractura tiene que sanar con tranquilidad, sin golpes. Un impacto podría reactivar el hematoma o incluso causar un derrame.

¿Cómo asume quedarse fuera de Pamplona?

No ha sido fácil. Viniendo justo de Madrid, de San Isidro, es muy frustrante perder plazas importantes, son oportunidades que no puedes dejar pasar. Sobre todo, porque Pamplona es un premio, una feria que se hace con afición, que recompensa los esfuerzos que toreros como yo, con pocas oportunidades, hacemos delante del toro. Duele no estar allí, pero esto no ha sido como una cornada con la que puedes forzar un poco. Tengo que asumirlo con tranquilidad y esperar. Espero retomar el pulso de la temporada muy pronto.

En Málaga lo esperan

Sí, de momento es el objetivo, reaparecer el 15 de agosto en La Malagueta. Se agradece mucho que haya empresarios para los que toreros de mi perfil todavía somos visibles y nos tienen en cuenta. En ese sentido, tengo que decir que el trato recibido por José María Garzón ha sido excepcional. Tras Madrid me ha tratado con total profesionalidad, con ofertas que han llenado nuestras expectativas y que motivan de verdad. Pocos empresarios son tan aficionados y comprometidos.

Seguramente no será el único que le tenga en cuenta. ¿Es consciente del ambiente que dejó tras San Isidro?

Sí, por eso estoy deseando volver cuanto antes. Me llena que el aficionado me tenga en su boca, que haya expectación y ganas de verme. Eso vale mucho. Y agradezco todo el respaldo recibido: médicos, empresarios, aficionados… Ya estoy enfocado en la recuperación para volver con fuerzas. Ojalá sea cuanto antes.