La «crisis» del Liverpool: problemas en el paraíso de Klopp

Hasta hace unas semanas nada parecía perturbar el camino de Jürgen Klopp hacia la conquista de Europa. Invictos en la Premier y como vigentes campeones de la Champions y el Mundial de Clubes su Liverpool exportaba terror en cada campo que visitaba, hasta que llegó al Metropolitano. El conjunto del Cholo Simeone truncó su histórica racha, pero hubo más. Al tropiezo ante el Atlético de Madrid le han seguido otros dos casi consecutivos, solo distanciados por una ajustada victoria ante el West Ham. Además, más allá de las estadísticas, estas tres derrotas han supuesto su eliminación en la FA Cup y la complicación en su camino por revalidar el título de la Liga de Campeones. En la Premier, eso sí, aventajan en 22 al City de Guardiola.

A estos últimos resultados se ha sumado una repentina falta de gol. En ninguno de sus tres tropiezos han sido capaces de marcar. De hecho, su diferencial de goles en las últimas cuatro citas es para preocuparse: -5, ocho en contra y tres a favor. Su temido tridente ofensivo (Firmino, Salah y Mane) parece haberse quedado sin pólvora, mientras el banquillo ha abandonado la eficacia que sí mostró el año pasado. Origi, salvador de los de Klopp en la pasada Champions con sus heroicas apariciones en la semifinal ante el Barça y en la final, este año apenas ha sumado tres goles en 21 partidos. El prometedor fichaje invernal, el japonés Minamino, tampoco ha podido brillar como lo hizo en Salzburgo, donde captó la atención de Klopp durante la reciente fase de grupos de Champions. Aunque las lesiones les han respetado esta temporada, en este tramo final cualquier baja puede resultar crucial, como lo está siendo la de Jordan Henderson. El capitán y líder del centro del campo del Liverpool caía lesionado en el Wanda y desde entonces no ha vuelto a reaparecer. Su ausencia ha coincidido con el peor rendimiento del equipo. El inglés está haciendo todo lo posible por recuperarse a tiempo para la vuelta de octavos ante el Atlético.

A la falta de puntería en ataque también se suma la flaqueza defensiva manifestada en los últimos encuentros, en los que la contundencia del portentoso Van Dijkno ha sido suficiente para mantener su portería a cero en ninguno de los últimos cuatro choques. Precisamente, uno de los goles que recibieron ante el Chelsea vino de sus dificultades en la salida de balón. Las precipitaciones en defensa es otro de sus quebraderos de cabeza.

Pero si el corto plazo parece garantizado con jugadores como Van Dijk, Alisson, Salah o Fabinho; el largo está plagado de incertidumbres. Y es que el proyecto «Baby Liverpool» está tardando en dar los resultados esperados. Aunque las diferentes copas inglesas han brindado varias oportunidades a la segunda plantilla «red», éstas se han traducido en sendas eliminaciones. Así, casos prometedores como el del español Pedro Chirivella o el inglés Curtis Jones no han alcanzado el protagonismo que, en cambio, sí han logrado otros jóvenes talentos como Mason Mount en el Chelsea de Lampard.

A pesar de todo, con la Premier League en el bolsillo y con la eliminatoria de octavos de Champions aún muy abierta (1-0 en el Wanda), cualquier problema parece menor. Incluso, justo después de atravesar su peor racha, el Liverpool sólo acumula nueve partidos sin ganar entre todas la competiciones que ha disputado en esta frenética temporada. Así, los de Klopp intentarán regresar a la senda del triunfo y el dominio frente al Bournemouth antes de recibir al Atlético de Simeone en Anfield Road.