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La incertidumbre de los deportistas: ni Nadal sabe cuándo puede volver a entrenar

Varias Federaciones no tienen respuesta todavía a muchas dudas en la desescalada: los CAR abren el 11 de mayo pero, ¿y las residencias? ¿Qué pasa con los que entrenan en clubes privados?

Rafa Nadal, en un entrenamiento en Acapulco
Rafa Nadal, en un entrenamiento en Acapulcolarazon

La sensación general hoy jueves entre varias de las Federaciones del deporte español era de desconcierto. De caos incluso. El martes el Gobierno habló de cómo va a ser la desescalada y se refirió en concreto al deporte, pero las indicaciones eran demasiado globales. Se contesta a la pregunta: ¿se va a poder volver a los entrenamientos? Sí. Pero las respuestas generan a la vez dudas que, de momento, están en blanco. Se esperaba más información hoy, que no llegó. Todo quedará reflejado en un decreto (habrá uno por cada fase), que estará listo el viernes o el sábado. En este momento, por poner un ejemplo, Rafa Nadal no sabe si el lunes 4 de mayo podrá entrenar o no, pues los propios tenistas consideran que practican deporte individual por mucho que se juegue (entrene) contra otro rival, que está lejos; o incluso si lo podrá hacer el día 11 en la «fase 1», ya que él no se prepara en un Centro de Alto Rendimiento (CAR), lo hace en su Academia. Y aquí encontramos dos dudas que tratan de resolverse:

Una. Específicamente el Gobierno señala que los CAR se abren en esa «fase 1» (el día 11 para la mayoría de España), pero quedan temas por aclarar. Junto a los centros de entrenamiento hay residencias donde viven muchos deportistas. ¿Se abrirán también? Parece que no, al menos en esta primera etapa, de ahí que muchos ya no podrían volver al trabajo. Se está estudiando, y si lo hicieran, podría ser con los atletas medio encerrados, sin salir. Pero, además, allí trabaja mucha gente, como cocineros, personal de mantenimiento, conserjes, limpieza... que también tendrían que estar controlados. Otra cuestión es si será necesario hacerse test para empezar a entrenar, o la forma de ir a los CAR: por franjas horarias para entrenar y, sin las residencias, sin poder quedarse allí a comer y a dormir, sería como trabajar a media jornada.

Dos. La otra incógnita, quizá la más complicada de solucionarse, se debe a que no todos los deportistas de élite se preparan en los CAR, lo hacen en un club privado y dependen de que éste abra. Eso no está previsto que suceda hasta las «fases 2 o 3», que sería ya a finales de mayo como pronto, y además está transferido a los municipios, de ahí que por ejemplo un judoca o esgrimista o nadador que entrene en un gimnasio o piscina privadas tendría que conseguir que el ayuntamiento de la localidad y el dueño del establecimiento permitieran que se pudiera abrir específicamente para ellos.

No está sucediendo con el deporte nada distinto a lo de otros sectores de la sociedad, como la hostelería: hay más dudas que certezas en este regreso. En el mundo del olimpismo existe la sensación de que se está cometiendo un agravio comparativo con el fútbol, deporte que sí se trató en la reunión del Grupo de Tareas de Impulso al Deporte y que tiene más claro cómo actuar: desde el lunes pueden volver a los entrenamientos individualizados en sus instalaciones. No hay fecha del comienzo de la Liga, pero sí podría generar revuelo social si a un equipo le dejan jugar en otra provincia que está en una fase diferente, pero no se permite a un ciudadano ir a su segunda vivienda. Lo mismo sucede con lo de abrir los gimnasios sólo para un deportista en concreto. Alguna federación es cauta y asegura que la prioridad es la salud y el compromiso cívico, y que se adaptará. Todos esperan a que el protocolo aporte más luz.