El Barça sigue en la pelea por la Liga tras ganar al Espanyol (1-0), al que manda a Segunda

Sigue el Barcelona vivo en la Liga con lo justo y deja un cadáver en el Camp Nou, el del Espanyol, que ya es matemáticamente equipo de Segunda División. La tragedia ha tomado forma definitiva en el peor campo posible para el conjunto «perico», pero es sólo una anécdota: ha sido el resultado de un año para olvidar. Y sigue el campeón en la pelea gracias a un gol de Luis Suárez en una noche extraña de fútbol.

Jugaron al gato y al ratón Rufete y Setién. No quería el entrenador del Espanyol ni ver a Messi suelto en la zona de la mediapunta, por eso la pobló de jugadores. Se lo esperaba el entrenador azulgrana, y abrió a Leo más a la derecha, aunque el «10» después fue buscando su sitio. Ante un rival más defensivo y cerrado, volvió el Barça más soso y con dificultad para tener profundidad. Pase, pase y pase, pero sin capacidad de desborde. Era imposible dejar a un jugador solo delante de Diego López, y cuando Luis Suárez lo consiguió se le vio lento y remató mal. Era la ocasión para ellos. La única antes en la primera mitad. Setién lo lamentó. El Espanyol jugaba con la paciencia de su rival: a estar juntos, a correr y a buscar la velocidad de Embarba o los balones largos a De Tomás, que es un delantero fantástico y solo se las apañó para pelear con Piqué y Lenglet. Y así, haciendo eso, la verdad es que la tuvo, sobre todo cerca del descanso, cuando Dídac llegó incluso a estrellar un balón en el poste.

Le estaba saliendo el plan al conjunto visitante, por mucho que el empate tampoco le sirviera. Y no tardó el Barcelona en mover el banquillo. El partido pedía un alborotador en ataque y el único que tiene el técnico cántabro es Ansu Fati. Volvió del descanso con los cuatro jugadores de ataque: Griezmann, Luis Suárez, Messi y Ansu Fati... Pero el canterano apenas estuvo en el campo cuatro minutos. Se la jugó con una entrada con los tacos por delante a Calero y Munuera Montero pensó que era amarilla. Desde el VAR González Fuertes le avisó para que lo viera mejor, y al hacerlo decidió que mejor roja. A la calle. Fueron cinco minutos de locura porque Pol Lozano imitó a Ansu Fati contra Piqué y la acción fue una fotocopia: primero amarilla y después de la tecnología, roja. Y justo a continuación marcó Luis Suárez en otra jugada de oportunismo. Está visiblemente fuera de forma el uruguayo, pero le da para lograr un tanto casi cada noche.

El calor y el bochorno que había en Barcelona no ayudó a cambiar el ritmo en una última media hora que dejó un voleón de Messi y un paradón de Diego López. Y el apretón final del Espanyol que casi da un susto a su rival con los balones directos al área. Varios no encontraron rematador por milímetros.