FC Barcelona

Querella de Roures

Sandro Rosell evita volver al banquillo por el espionaje denunciado por Mediapro

La Audiencia de Barcelona no ve indicios suficientes y archiva la causa tanto respecto del Barça como del ex presidente azulgrana

Sandro Rosell, expresidente del Barcelona Fútbol Club
Sandro Rosell, expresidente del Barcelona Fútbol ClubCristina BejaranoLa Razón

El ex presidente del Fútbol Club Barcelona Sandro Rosell no se sentará en el banquillo por el supuesto espionaje denunciado por Mediapro y su presidente, Jaume Roures, quien les responsabiliza de haber tenido acceso a información reservada o personal de su correo electrónico.

La Audiencia de Barcelona ha archivado la causa respecto al empresario, ratificando además esa misma medida en relación al club azulgrana (ya acordada el pasado enero por el Juzgado de Instrucción número 8 de la ciudad condal), al no ser exigible legalmente la responsabilidad penal de las personas jurídicas con anterioridad a diciembre de 2010.

El tribunal rechaza así los recursos interpuestos por Mediapro y Roures, quienes habían denunciado que entre julio de 2009 y julio de 2011 “aprovechándose de su condición de responsable del área informática de Mediapro”, Robert Cama accedió “sin consentimiento” a las cuentas de correo de Roures en Mediapro “y procedió a copiar el texto íntegro de algunos de los mensajes”, que contenían “informaciones tanto personales como profesionales” y de tipo mercantil “referidas a diversas negociaciones de la empresa”, que habría trasladado tanto a Joan Carles Raventós, responsable de las secciones del club, como a Rosell, “obteniendo así informaciones” sobre Roures y Mediapro “tanto de carácter personal como profesional y mercantil”.

Respecto al Barça, la Sala hace hincapié en “la ausencia de datos que permitan afirmar” que entre diciembre de 2010 (cuando ya es posible exigir responsabilidad penal a las personas jurídicas) y julio de 2011 (cuando concluyen los hechos objeto de investigación) facilitó o hizo posible “la comisión de los delitos” que se le atribuyen por obviar “una mínima vigilancia y control del comportamiento de sus directivos y subordinados jerárquicos”.

Roures esgrimía que Rosell y el resto de directivos y ex directivos azulgranas investigados “no actuaron en beneficio propio”, sino en nombre y por cuenta del Barça y de otras dos empresas denunciadas, Socktel Servicios Informáticos y Bonus Sport Marketing, la empresa de Rosell.

“Que los investigados han estado vinculados a las entidades o empresas que acabamos de mencionar no lo ha discutido nadie, pero que su actuación no tuviera por objeto su beneficio personal, sino el de las entidades citadas, no ha quedado suficientemente acreditado”, precisa la Audiencia.

Y aunque Socktel Servicios Informáticos realizó trabajos tanto para Bonus Sport Marketing como para el Fútbol Club Barcelona, argumenta la Audiencia, dice que no existe “ninguna razón de peso para pensar” que el importe de las facturas “respondiera a otros conceptos que no fueran los propios de dicha actividad comercial (servicios informáticos)”.

Para los magistrados “no existe ninguna constancia” de que el ex responsable del área informática de Mediapro Robert Cama, “al remitir las copias de los correos electrónicos objeto de investigación, actuara en nombre y por cuenta de la empresa Socktel Servicios Informáticos”. “Se apoderó de los correos mencionados”, precisa la Sala, “y los remitió a Joan Carles Raventós”.

Aunque la Sala avala que recibió un correo que Cama pudo obtener por su trabajo en Mediapro, concluye que de las diligencias practicadas durante la instrucción “no puede inferirse que el Sr. Rosell indujera, instigara o ayudara a que el Sr. Cama realizara la actividad delictiva que se describe”. De ahí que concluya que “no existen indicios suficientes” de la comisión de un delito de apoderamiento de datos informáticos “que justifiquen la continuación del procedimiento” contra Rosell.

De forma categórica, el tribunal asegura que “se puede establecer con una razonable certeza que el débil material probatorio obtenido a lo largo de la instrucción de la causa carece de toda aptitud para generar certeza en el juicio oral, por lo que podemos vaticinar con un grado de seguridad muy alto el fracaso de una pretensión penal con ese frágil y endeble fundamento”.

En un comunicado, la defensa de Rosell, que ejerce el abogado Pau Molins, se congratula de que con esta decisión se haya evitado que el ex presidente azulgrana “se viera de nuevo sometido a un juicio penal por acusaciones sin fundamento” (Rosell fue absuelto de blanqueo por la Audiencia Nacional tras pasar dos años en prisión provisional). Asimismo, se queja de que Roures “se ha dedicado a propagar durante años sus infundadas sospechas contra” Rosell “sonoramente amplificadas gracias a sus constante apariciones en los medios de comunicación”.