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La palabrota de Zidane por Modric y Kroos... pero es bueno

El entrenador francés habló de sus centrocampistas tras la victoria contra el Atlético

Zidane, en el Real Madrid-Atlético
Zidane, en el Real Madrid-AtléticoAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

«No hay que celebrar», aseguraba Zidane después del Real Madrid-Atlético, «pero hay que estar contento», añadía con una sonrisa. El fútbol es un vendaval en el que todo sucede a un ritmo supersónico y lo de ayer parece historia antigua. Hace tres partidos Zidane se acercaba a la puerta de salida y el equipo era una colección de futbolistas superados por la nostalgia de tiempos mejores. Tres victorias después, todo ha cambiado. La victoria contra el Atlético certificó que el Real Madrid ha encontrado lo que buscaba. O mejor, que ha encontrado la brújula que le tenía que llevar en la dirección correcta. Kroos y Modric vuelven a su mejor nivel y con ellos así, la vida es más sencilla y feliz: «Les abrimos para buscar la salida, es verdad», decía Zidane sobre el comienzo del partido, cuando ambos caían a los lados, ilocalizables así para los medios atléticos. «Teníamos que hacer cosas. Y luego jugando rápido de un lado a otro y con diagonales encontramos huecos. Están de puta madre, son excepcionales», exclamaba con esa gracia de palabrotas españolas dichas con acento extranjero, ese momento en el que demuestras que ya te has adaptado perfectamente a la idiosincrasia de un país. «Karim también... Y Lucas está fenomenal, y Carvajal, y nuestro capitán, Varane... Todos están muy bien», continuaba el entrenador francés, feliz por cómo ha resuelto su equipo los días más complicados en mucho tiempo.

Kroos dio 87 pases buenos de los 90 con los que terminó el encuentro. Más que nadie sobre el césped. Un 97% de precisión en sus pases y muchos de ellos de mediana o larga distancia. En precisión sólo le superó Carrasco, pero claro, el rojiblanco acertó todos porque sólo dio trece. Lo de Kroos es otro nivel, es el que marca el ritmo del Madrid para jugar según toque y adaptarse a todas las fases del juego. Y si su buen nivel coincide con el de Modric, entonces, llegan los éxitos. «Me alegro mucho por los jugadores. Hay cosas que duelen, pero también te hacen más fuerte. La crítica es parte del fútbol, hay que aguantar, pero estos jugadores tienen carácter para sacar esto adelante», continuaba ayer Zidane. «Modric y Kroos están al nivel de cuando ganaron tres Champions consecutivas», reconocía el francés, que no es de personificar los éxitos, pero que tras estos tres encuentros no le queda más remedio que fijarse en ellos.

Modric jugó casi todo el partido. Sólo al final le cambió Zidane para dar minutos a Valverde, que volvía de su lesión. Antes de caer, daba la impresión de que el uruguayo le había quitado el sitio al croata en la zona medular del equipo. Además, llegaba al área y marcaba goles. Con el fútbol del Bayern y del Liverpool en la cabeza, la presencia de Valverde en el centro del campo en vez de Luka era la adaptación del Real Madrid a los nuevos tiempos del fútbol, en los que no se puede dejar de correr ni un segundo, si te paras para respirar, pierdes el sitio, la pelota y puede que hasta los papeles.

Sin embargo, ahora Valverde tiene que volver a pelear y no va a ser sencillo, porque el Madrid no puede jugar sin Modric. Contra el Atlético fue el segundo futbolista que más pases dio (77) tras los noventa de Kroos y no dejó de ir de un lado a otro del campo, mandando a sus compañeros y dirigiendo, junto a Toni, la orquesta blanca. El martes, el Real Madrid recibe al Athletic, otro hueso. Apenas ha hecho cambios Zidane estos días. Sin Casemiro, sancionado, tampoco va a dejarles descansar ahora.