Sanciones

Alarmas en hoteles, multas y hasta deportación: así se blinda el Open de Australia ante el Covid

Los tenistas que rompan el aislamiento podrán se expulsados de la competición y perder todo el dinero ganado

Open de Australia 2021
Open de Australia 2021ArchivoLa Razon

Tennis Australia y las autoridades gubernamentales de Victoria están dispuestas a hacer un gran esfuerzo con tal de reducir todo lo posible el riesgo de contagio por coronavirus de algún deportista o empleado de los hoteles y poder celebrar sin problemas el Open de Australia 2021.

Así, los empleados de tres de los hoteles en los que se hospedarán tenistas, como son el Grand Hyatt, Pullman Albert Park y View, están pasando una cuarentena obligatoria de dos semanas antes de recibir a los jugadores. Además, todos los espacios comunes de los hoteles se han rediseñado para asegurar la distancia social y se han instalado sistemas de alarmas en las salidas de emergencia de los hoteles para impedir que alguien escape de la burbuja.

Según se recoge en el protocolo, los tenistas sólo podrán salir de sus hoteles por cinco horas, destinadas de manera exclusiva a entrenarse. En ese sentido, los protagonistas pueden ir acompañados de una única persona aunque sean más los miembros del staff los que viajen a destino. El resto del equipo deberá permanecer en el hotel.

El Abierto de Australia ha emitido un comunicado en el que nuevamente avisa que serán muy estrictos con los controles para que los protocolos se lleven a cabo de la manera correspondiente. «Los jugadores que no cumplan con las reglas establecidas estarán cometiendo un error», sentenció el director ejecutivo del torneo y de Tennis AustraliaCraig Tiley.

Según la nota, el Abierto de Australia no se está tomando a la ligera los protocolos sanitarios y, no hay duda de que será mucho más estricto que lo que fueron US Open y Roland Garros, donde hubo varios jugadores que denunciaron que las medidas de prevención en muchos casos no se cumplieron. Obligado por las autoridades gubernamentales, Tennis Australia no se cansa de recordarle a los jugadores que no pueden desobedecer las órdenes. Si un jugador o miembro del personal da positivo durante su cuarentena, será inmediatamente aislado y trasladado a una habitación en un medi-hotel. Todos los jugadores y oficiales deben dar negativo antes de partir hacia Australia, pero si sus resultados se retrasan y dan positivo en pleno vuelo, serán inmediatamente trasladados a uno de estos hoteles. Cualquiera que viaje con un caso positivo será tratado como un contacto cercano.

Duras sanciones

Desde el torneo advierten además que serán inflexibles con aquellos que no cumplan los protocolos.

En caso de romper alguno de los protocolos establecidos los castigos serán muy severos. En este sentido, Tenis Australia ha anunciado fuertes multas para aquellos que rompan el aislamiento dispuesto por la organización para esta edición, la número 109 del Grand Slam del circuito profesional de tenis masculino y femenino. Se estima que las penas podrían ir desde tener que abonar 20 mil dólares australianos -unos 12.662 euros-, a ser excluidos de la competición e incluso ser deportado del país. También podrían perder todo el dinero ganado en el torneo y ser aislado en un hotel administrado por el gobierno.

Las medidas dejan fuera a Federer

La dureza de estas normas ha provocado que Roger Federer sea la gran baja del Abierto de Australia. El suizo confirmó su ausencia del primer grande del año en 2021 y no por problemas físico sino por las severas restricciones. El suizo comunicó a los organizadores del torneo la verdadera razón por la cual no estará en el primer Grand Slam del año. Andre Sa, director de relaciones con los jugadores del Open de Australia, reveló a Ace Band Sport la charla que mantuvo con Federer y dijo: “La razón principal fue la cuarentena. Hablé con él hace un mes y tenía dos opciones. Podría venir con toda la familia y ponerse en cuarentena. El problema es que Mirka y sus hijos no podrían salir de la habitación. Tendrían que permanecer 14 días en la habitación. La excepción es sólo para jugadores. Podía salir, entrenar y volver, pero la familia no podía. Mirka no aprobó la idea.”

“La segunda opción sería que viniera solo. Y eso implicaba estar al menos cinco semanas lejos de la familia y los niños. Por eso me dijo: Amigo, tengo 39 años, cuatro hijos, y 20 Grand Slams. Ya no estoy a tiempo para estar lejos de mi familia durante cinco semanas”, explicó Sa.