Atletismo
Bruno Hortelano redescubre su cuerpo: otra alimentación, más sueño, trabajo en nuevos músculos...
El mejor velocista español de la historia pone a prueba el cambio radical en su preparación para evitar lesiones con una prueba de 200 en Tenerife, punto de partida de su camino a los Juegos
Bruno Hortelano ha hecho algo así como un viaje al interior de su cuerpo y ha descubierto algo. «Creo que es más joven de lo que dice mi edad cronológica», asegura en una entrevista a Efe Radio. Su edad cronológica son 29 años y su cuerpo está sintiendo cosas desconocidas desde hace tiempo: paz, salud. El hombre que más rápido ha corrido en España los 100, los 200 y los 400 metros deslumbró en 2016 en los Juegos de Río, después sufrió un grave accidente de tráfico y tuvo una fantástica reaparición en 2018, pero a partir de ahí todo ha sido un no poder arrancar. En 2019 fue una tendinitis en el tendón de Aquiles lo que le dejó sin ir al Mundial de Doha; en 2020 tuvo una hernia discal y al poco de volver a competir tras el confinamiento, en el primer 200 que iba a hacer, sufrió una rotura muscular en la pierna derecha y adiós. «Si tengo un deportista que sufre de los isquios, pues terminas cuidando esa parte. Pero en su caso eran muchas pequeñas lesiones diferentes. El deporte de élite es ir al límite, y cuando vas al límite... Si no era una molestia era otra y eso no nos permitía tener continuidad», afirma su agente, Alberto Armas. «La famosa frase aquella que dije: “Bruno está cogido con imperdibles”; era una realidad, es decir, era capaz de ponerse muy bien, pero teníamos que estar pendientes del más mínimo dolor que fuera saliendo», añade. «A día de hoy llevamos seis meses sin ningún tipo de problema físico y hemos conseguido una continuidad en esos entrenamientos», desvela.
El cambio llegó en octubre.
Un mes antes, el padre de Bruno le presentó a Jesús Álvarez-Herms, que ha pasado a ser su fisiólogo y entrenador. También trabajan con él Sergi Mata, que le sigue en el día a día en Barcelona; el bioquímico Adrián Odriozola y el quiropráctico Xavier Elain. «Hicimos un estudio pormenorizado para ver de dónde podían venir esos problemas», explica Armas. Y el velocista comenzó de nuevo con una manera diferente de entrenar y de vivir. Una transformación para prepararse de forma más eficiente. Para empezar, con la alimentación. «Todo lo que es la suplementación médica se la ha quitado por completo. Ahora es todo alimentación natural, que choca porque no es lo habitual. Lo que sí es verdad es que es una alimentación muy exhaustiva, llevada hasta el mínimo detalle», explica el representante del atleta. Por ejemplo, como cuenta Álvarez-Herms en la web «La bolsa del corredor», Bruno come «patata hervida fría y con piel durante 24 horas en el frigorífico, porque ayuda a combatir el ácido láctico y lo transforma en glucógeno».
La siguiente transformación fue en el descanso y en ver las horas en las que estaba más preparado para la acción. «Antes escuchábamos más al cuerpo de Bruno, digamos que él entrenaba cuando el cuerpo se lo permitía. Ahora el nivel de descanso lo hemos tenido que subir. O quizá, descansa hasta lo mismo, pero de una forma más orquestada, lo que nos permite hacer una planificación mucho más normal», revela Armas.
Y otra pata importante del análisis fue, cómo no, el físico. «Se está centrando en una serie de partes del cuerpo que Bruno no trabajaba. Después del estudio hemos podido ver que no trabajaba el glúteo, entonces, haber podido correr en 20 segundos sin trabajar de glúteo a veces dices: “Dios mío, cómo ha podido hacer eso”. Entonces se han reforzado esas cadenas neuromusculares, lo que nos está permitiendo poco a poco ir entrenando con esos grupos musculares que antes los obviábamos, por decirlo de alguna forma», insiste.
Al atleta le costó asumir todos esos cambios, adaptarse, pero el tiempo que lleva sin molestias y las sensaciones son buenos indicativos. El sábado le toca dar un paso más, pues competirá en su primera prueba de 200 del año, en Tenerife. El comienzo de un viaje que tiene como destino volver a ser él, llegar a sus límites y así poder estar en los Juegos de Tokio en el doble hectómetro. «Estamos contentos y todo va bien. El sábado esperamos que se vea que vamos por el camino correcto», concluye Alberto Armas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar