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El “VAR” auxilió a Hamilton ante Verstappen

La FIA corrigió el adelantamiento ilegal del holandés al británico en la curva 4. Red Bull ni siquiera apeló. El inglés ganó, pero Verstappen le inquietó hasta el final

Hamilton, a la derecha, y Verstappen, en el podio de Bahréin
Hamilton, a la derecha, y Verstappen, en el podio de BahréinLars Baron

Llegó la hora de la verdad. Atrás quedaron las especulaciones, el esconder el ritmo, lo que había oculto en los bolsillos y la potencia real de los motores. Las conclusiones del Gran Premio de Bahréin son claras: Red Bull tiene un buen coche, a la altura de Mercedes, y si lo hacen bien, aspira a ganar el título. Habrá batalla hasta el final. Hay mucha igualdad. En la escudería alemana saben que el coche energético es muy competitivo y que los pequeños detalles contarán para conquistar carreras y los títulos de constructores y pilotos. McLaren es claramente el tercer equipo con el paso adelante que ha supuesto la introducción del motor Mercedes y justo después, muy compactados, están escuderías como Alpha Tauri y Ferrari. Uno o dos pasos por detrás ya quedan Alpine y Aston Martin.

La primera carrera de la temporada reflejó que 2021 será muy intenso. Hamilton y Mercedes sabían que su coche era ligeramente inferior al Red Bull y desconcertaron al equipo energético con una estrategia de neumáticos diferente que no replicaron. A falta de diez giros para terminar ambos pilotos se encontraron en la pista. Verstappen dio alcance a Hamilton en apenas unas vueltas y desde ahí comenzó una bonita batalla cuerpo a cuerpo. Metro a metro, el holandés fue acercándose hasta que a falta de dos giros para el final le adelantó. Pero lo hizo de forma ilegal. Se saltó los límites de la curva número 4 y Hamilton llamó a su equipo por radio para que pidieran a la FIA que revisaran la acción. Los jueces de carrera tardaron unos pocos segundos en comunicar a Red Bull que Versttapen debía devolver la posición si no quería enfrentarse a una sanción. Lo hicieron y el rival de Hamilton volvió a intentarlo. Pero se quedó sin fuelle. Ya no había neumático para otra intentona.

El inglés tiró de oficio y ganó la primera batalla. Es cierto que la curva cuatro estuvo controlada por los comisarios durante la clasificación, ya que muchos pilotos, por la inercia de la trazada, ganaban tiempo (alguna décima) sacando las cuatro ruedas del coche fuera de la línea que delimita la curva. De hecho, muchos tiempos fueron anulados el sábado. Sin embargo, el domingo, al ser muy poca la ganancia en el global, dejaron de controlarla. Hamilton se saltó los límites en múltiples ocasiones. Pero la clave es ganar una posición sobrepasando los límites de la pista. Red Bull ni siquiera apeló la decisión.

Bottas acabó tercero después de rodar en tierra de nadie. Es decir, no olió la batalla por la victoria ni tampoco tuvo presión para alcanzar el tercer puesto. Pero sabe que esto no durará mucho porque Sergio Pérez, que finalmente fue quinto, le pondrá las cosas difíciles con el Red Bull. Ayer tuvo un problema mecánico en la vuelta de calentamiento que le condenó a salir desde el último lugar. De no ser por esto, se come seguro al finlandés. Igual, por falta de rendimiento, no acaba la temporada si las cosas se complican.

Para los pilotos españoles fue una carrera de sensaciones extrañas. Alonso volvió a maravillar en la salida. Se merendó a Sainz en la arrancada y casi lo hace con Norris. Después mantuvo una seria pugna con pilotos como Vettel, Stroll e incluso al principio con Ricciardo. Pero poco a poco, el Alpine fue conociendo su realidad y el ritmo era pobre. Además, al final una avería en los frenos traseros le obligó a abandonar.

Carlos Sainz no encontró la confianza necesaria para su primera carrera con Ferrari. Pecó de conservador en la salida, perdió tiempo y posiciones y cuando se asentó al volante empezó a escalar en la clasificación. Acabó octavo, dos posiciones por detrás de Leclerc, que, al menos, dio otra sensación en las primeras vueltas peleando incluso por la tercera plaza hasta que el ritmo del Ferrari y la degradación de los neumáticos le llevaron a su sitio. Hay que esperar todavía a que el madrileño adquiera más confianza.