Patinaje

Kamila Valieva falla, acaba cuarta y el COI se ahorra el esperpento de la no entrega de medallas

La joven rusa, en el centro de la polémica por su dopaje, se cayó dos veces en el ejercicio libre. Sus compatriotas Shcherbakova y Trusova fueron oro y plata. Kaori Sakamoto, bronce

Kamila Valieva llora al lado de su entrenadora, Eteri Tutberidze, tras su ejercicio libre en los Juegos de Pekín
Kamila Valieva llora al lado de su entrenadora, Eteri Tutberidze, tras su ejercicio libre en los Juegos de PekínHOW HWEE YOUNGAgencia EFE

Kamila Valieva es humana. Es una niña y la presión de todo lo vivido en los últimos días seguramente tuvo mucho que ver en su mal ejercicio libre en la prueba individual de patinaje artístico de los Juegos Olímpicos de invierno de Pekín. Tras brillar en el corto, le tocaba lucirse en la batalla de los cuádruples con sus compatriotas Anna Shcherbakova y Alexandra Trusova, y patinó, valga la metáfora fácil. Empezó nerviosa y se fue al suelo en dos ocasiones y casi en una tercera, para tener que conformarse con el cuarto lugar. Terminó llorando.

Kamila Valieva es también, para muchos, para casi todos, una víctima. El esperpento de que pudiera seguir compitiendo pese a su positivo por dopaje, mientras se decidía sobre su caso, no oculta que sólo tiene 15 años. La excusa de que dio positivo por una medicina de su abuelo (la sustancia es trimetazidina, que ayuda al corazón) es difícil de creer, pero también es complicado pensar que la mente de una joven esté detrás de todo. Rusia vuelve a aparecer en el disparadero.

Y en la diana también está Eteri Tutberidze, la entrenadora de Valieva, por los métodos que los expertos aseguran que van más allá del límite, cuando en sus manos tiene a niñas a las que quema rápidamente para dar paso a la siguiente. Porque Valieva no fue la única que terminó entre lagrimas en la capital de China. También lo hizo Trusova, que acabó como medallista de plata tras un ejercicio de máxima dificultad en el que hizo cuatro cuádruples. Pero el segundo puesto no era suficiente para ella. Y por eso no tenía consuelo: “Todos tienen una medalla de oro, todos, pero yo no. Odio patinar. Lo odio. Odio este deporte. Nunca volveré a patinar. Nunca”, decía Trusova... Que sólo tiene 17 años. La había superado su compañera Shcherbakova, la campeona del mundo, que logró el doblete al conquistar también el oro olímpico con 175,75 puntos en el libre, para sumar un total de 255,95. El bronce fue para la japonesa Kaori Sakamoto, que impidió lo que todo el mundo daba como un cantado triplete ruso.

Como Valieva no consiguió quedar entre las tres primeras, no se produjo una de las imágenes más tristes que podían haber vivido estos Juegos. La decisión del TAS de que la joven rusa pudiera seguir participando en los Juegos hasta que concluya su caso llevó al COI a anular cualquier ceremonia de entrega de medallas en la que estuviera ella. Por muy víctima que en el fondo pueda ser, Valieva iba a impedir a otras deportistas tener su momento de gloria encima de un podio en unos Juegos. Después, con todo solucionado, se buscaría a las medallistas para repartir los metales de una manera “lo más digna posible”. Pero no es lo mismo, claro.

De izquierda a derecha: Alexandra Trusova (plata), Anna Shcherbakova (oro) y Kaori Sakamoto (bronce) en patinaje artístico en los Juegos de Pekín
De izquierda a derecha: Alexandra Trusova (plata), Anna Shcherbakova (oro) y Kaori Sakamoto (bronce) en patinaje artístico en los Juegos de PekínBernat ArmangueAgencia AP