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Eurobasket, Australia y daiquiris

Laia Palau, que superará las internacionalidades de Valdemoro, quiere retirarse tras el Eurobasket.

Eurobasket, Australia y daiquiris
Eurobasket, Australia y daiquirislarazon

Laia Palau, que superará las internacionalidades de Valdemoro, quiere retirarse tras el Eurobasket.

A Laia Palau (10-9-1979, Barcelona) le restan tres partidos para ser la jugadora que más veces ha vestido la camiseta de la Selección. En la tercera jornada del Eurobasket que empieza hoy, la capitana de España superará las 258 internacionalidades de Amaya Valdemoro. Toda una vida con la Roja. «Me acuerdo cuando llegué, pero ahora no me veo reflejada en las nuevas. Las cosas han cambiado bastante y el estatus del equipo es más elevado. Cuando llegué éramos una pandilla que íbamos como íbamos».

La intención de Laia era dejar la Selección después del torneo, pero... «La Federación se está poniendo muy pesada porque el año que viene tenemos el Mundial en casa, que si soy un referente... Es que no tengo nada programado. Bueno sí, que se va a venir toda la familia al Eurobasket y luego mi plan es ir a Australia».

Después de ser campeona de Europa con el USK Praga hace dos años, la base jugará la próxima temporada la Liga australiana. Será con los Jayco Rangers, el equipo subcampeón, en Melbourne. «Es un país que no conozco, pero me parece una buena manera de transitar por mi vida profesional. A finales de año me di cuenta de que el formato Euroliga, irme a otro sitio, montar otro equipo, la Final Four... como que ¡uff!, no me apetece volver a ser la Laia de ahora y exigirme. Con lo que, ¿qué hago? Quiero seguir jugando y Europa lo tengo muy trillado, Estados Unidos me importa bastante poco y Australia... Pues Australia no sé cómo será la Liga, pero yo tengo mucho respeto a ese baloncesto porque juegan muy bien. Es un baloncesto guay, no sé si la Liga es muy competitiva o poco, porque en realidad me la chufla. No voy allí a ganar la Liga, aunque me vaya al aspirante. A lo mejor llego allí y a estas alturas pillo una Liga australiana, vete a saber. Me voy a compartir mis conocimientos a Melbourne que es una de las ciudades más guapas del mundo».

A Laia le apasiona viajar. «Soy furgonetera, aunque la furgo no me la podré llevar, pero me voy un poco de retiro. Me gusta recorrer el mundo. Lo más lejos que he llegado ha sido Indonesia. Y Australia, ¿qué me ofrece? Son cinco meses, una temporada muy corta. Ir allí, vivir la experiencia, cambiar el formato, no se entrena tanto, es adecuado para mi momento vital». Allí también podrá practicar otras de sus aficiones. «He hecho surf tres o cuatro veces. Voy ahí con la plancha de corcho chunga, pero a ver que en el Norte habrá unas ‘‘olacas’’... Luego está el tema del submarinismo. Al principio miré en una ciudad que está arriba del todo, delante de la barrera de coral y dije yo me voy allí a jugar. Estoy más contenta que si me hubiera fichado el Ekaterimburgo –el mejor equipo de Europa– y me ha costado mucho que me ficharan. Soy una de las primeras europeas que va a jugar allí».

De vuelta al Eurobasket: «No va a ser fácil. Hay muchos partidos con mucho riesgo porque hay seis o siete selecciones que pueden ganar medalla. Además, con el sistema de competición en diez días está todo resuelto. Lo bueno es la confianza que tenemos porque somos un grupo con experiencia, no somos un coñazo y somos capaces de adaptarnos a un campeonato largo, a uno corto, a lo que sea...».

Quince años en la Selección y 256 partidos dan para muchísimo. Lo mejor pasó «ayer»: «Fue la plata de los Juegos. Le doy mucho valor porque es algo que está en el imaginario popular. La gente que lo ve desde fuera puede pensar ‘‘esto tiene que molar mucho’’ y es así. Luego también está el oro del Europeo de Francia porque tengo muchas medallas de Europeos, pero de oro sólo tengo una».

Y después de ganar una medalla más, Laia volverá a la «furgo». «No sé si al Cabo de Gata, que he ido unas 500 veces y no me ha defraudado nunca. Ahora estoy con la zona del Alentejo, una costa muy salvaje en Portugal. Allí son gente llana, maravillosa y con el pescado y el vinho verde se te va la olla». La capitana se atreve incluso a mirar más allá de Australia: «También voy allí a ver cómo trabajan. A lo mejor ayudo en las categorías inferiores. No digo que vaya a ser entrenadora, pero en este momento de ‘‘veteranismo’’ me siento a veces casi más cerca del cuerpo técnico que de las jugadoras. Me gusta trabajar con niños. Ya veremos. O a lo mejor me da por hacer daiquiris».