La celebración de España tras ganar a Suecia: "Nada, que viva España"

Había empatado Suecia el gol de Salma Paralluelo y lo más sencillo, lo más fácil, era dejarse llevar por la desolación. Todo el trabajo se había venido abajo tras un nuevo balón cruzado de la selección sueca. «Ese gol ha sido un palo», reconocía Salma después del encuentro, la jugadora que había marcado el primero y cuya salida al campo por Putellas dio a España otra velocidad y mucho más peligro «pero hemos sabido reaccionar», reconocía con alivio y con orgullo de formar parte de este grupo.

Porque ese fue el valor de España, saber reaccionar en el momento justo. Esa reacción llegó en un saque de esquina, poco después del gol en contra, antes de que Suecia se creyera que el partido podía irse hacia su lado. En vez de sacar en largo al área para un remate de cabeza improbable, se pasó en corto, a la esquina del área. Ahí estaba, con el brazalete, todavía con fuerzas pese al cansancio, estaba Olga Carmona, la extremo-lateral del Real Madrid, una futbolista incansable: «Intenté ajustar un poco el tiro», reconocía después, sin esconder la emoción. Lo ajustó bien. Su cañonazo pasó por encima de la portera rival, imparable, un tiro que llevaba a España a la final.

Carmona lo había intentado más que nadie en la primera parte, cuando España dominó sin fruto y sin verticalidad. Ella puso un centro de cabeza al centro del área, que Hermoso no pudo rematar y fue ella quien tiró hasta dos veces desde fuera del área antes del descanso, porque España no encontraba otra forma de llegar.

En la segunda parte, la selección de Vilda sí que tuvo otras maneras de llegar, pero para entonces, Carmona ya había ajustado su mira: «La verdad es que estoy sin palabras por este equipo, una vez más hemos tirado de la épica. Estoy eufórica, con ganas de que llegue la final», comentaba después la mujer que llevó el brazalete de capitana durante todo el encuentro. Al comenzar el campeonato era la cuarta pero Esther, Ivana Andrés y Eva Guerrero no empezaron como titulares, así que lo llevó ella.

A sus 23 años ya es una futbolista con mucha experiencia, la que da jugar en el Real Madrid, la Champions, disputar la Eurocopa y ahora, liderar a la selección española en el Mundial y superar a Suecia, que era una de las grandes favoritas. Cuando metió el gol, empezó a correr hacia la banda, como quien corre en un sueño, como si todo fuera irreal. Sus compañeras la persiguieron y cuando la cogieron se echaron encima: «Casi me quedo sin respiración, nunca había vivido algo así», comentaba después del encuentro en Televisión Española.

Le preguntaron que qué le habían dicho sus compañeras tras marcar el tanto de la victoria. «Me dicen que me van a poner un monumento», aseguró antes de que Alba Redondo, fuera del tiro de cámara dijese y se oyese: «Dos».

«O dos», añadió entonces Olga Carmona, tan emocionada que no encontraba palabras con las que comunicar cómo se sentía, que había pasado. Pero es que cómo diablos se comunica que se está viviendo lo que casi ni se había atrevido a soñar ni con los ojos abiertos ni cerrado.

Así que cerró la entrevista: «Nada, que Viva España».