Ciclismo
El infierno de Bradley Wiggins con las drogas: "Estuve colocado durante años"
El que fuera ganador del Tour de Francia en 2012 ha relatado en una entrevista sus problemas con la cocaína y la ruina económica que ha llegado a sufrir
De ganar el Tour de Francia de 2012 y convertirse en un mito del deporte y la sociedad británica, llegando a ser nombrado Sir, a verse en la más absoluta ruina y enganchado a las drogas. Bradley Wiggins bajó a lo más profundo de los infiernos, y ahora lo ha contado en una entrevista concedida a 'The Observer'.
En ella 'Wiggo' relata sus múltiples problemas con la cocaína, a la que llegó a ser "un adicto funcional". De hecho, Wiggins llegó a estar desaparecido durante días y pasaba más tiempo bajo los efectos de estas sustancias que sobrio: "Estuve colocado la mayor parte del tiempo durante años. Era un adicto funcional, la gente ni se daba cuenta", explica el británico.
Con ocho medallas olímpicas y el Tour en su palmarés, Wiggins tiró por el sumidero una fortuna superior a los 15 millones de euros hasta quedarse en la más absoluta ruina: "No tiene ni un céntimo, lo ha perdido todo. No tiene ni dónde dormir, es un desastre total", llegó a decir su abogado hace un tiempo.
El propio ciclista desvela que llegó a estar cerca de perder la vida: "Consumía un montón de cocaína. Tenía un problema muy grave, mis hijos iban a llevarme a rehabilitación, estaba en la cuerda floja. Me di cuenta de que tenía un problema enorme y tenía que parar. Tengo suerte de estar aquí", afirma el ex ciclista.
El motivo de todo era el odio que sentía hacia sí mismo. motivado en parte por sufrir abusos por parte de un entrenador cuando tenía 13 años: "No me gustaba la persona que era, así que fue una forma de autosabotaje. Sentía odio hacia mí mismo y lo estaba amplificando. Sufrí abusos por parte de un entrenador y no lo conté por temor a mi padre violento. Ahora puedo hablar de esas cosas con franqueza".
Finalmente, Wiggins también ha explicado su situación actual respecto a las drogas: "No puedo tomar ni una copa de vino. Para mí, no hay término medio. Si me bebo un vino, estoy comprando drogas. Mi propensión a la adicción aliviaba el dolor que sentía", ha dicho, además de mencionar a Lance Armstrong como una de las personas que se preocupó por él cuando peor estaba. "Hablaba con mis hijos, les preguntaba cómo estaba su papá y ellos llevaban semanas sin saber de mí", ha dicho. Wiggins logró desintoxicarse hace un año y ahora trata de empezar de nuevo a los 45 años.