Tour

Van Aert asalta el maillot verde

El belga logra su segunda victoria de etapa en este Tour y se destaca en la lucha por la clasificación de la regularidad, una de las más prestigiosas en la carrera francesa

Wout Van Aert celebra su segundo triunfo de etapa en el Tour 2022
Wout Van Aert celebra su segundo triunfo de etapa en el Tour 2022DPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

En el Tour de Francia hay vida más allá del maillot amarillo. Dentro de las clasificaciones secundarias, la que más perdura en el imaginario colectivo de la afición es la de la Montaña, esa característica prenda blanca a puntos rojos que viste el mejor escalador de cada edición. Pero otro de los jerseis más codiciados, sobre todo por parte de los velocistas, es el maillot verde de la regularidad.

Y en eso está Wout Van Aert. El belga del Jumbo-Visma se ha propuesto ganar la clasificación por puntos de este Tour de Francia y este sábado dio un salto importante con su segunda victoria de etapa. Alzando los brazos en Laussane se destacó por la vía rápida en la pelea por esta valiosa prenda, que supone un hueco por derecho en el podio final de París con los Campos Elíseos de fondo.

Van Aert suma ahora 264 puntos, mientras que su principal perseguidor, Jasper Philipsen, tiene 148. Prácticamente el doble. No obstante, el gran rival por el entorchado probablemente sea otro: Tadej Pogacar. Porque el actual maillot amarillo va a sumar muchos puntos en las próximas etapas, todas de montaña en los Alpes, y Van Aert no estará en disposición de disputarle la victoria en las cumbres.

Hay que decir que, al menos a estas alturas de Tour, la clasificación refleja perfectamente lo visto en la carretera. Van Aert no sólo ha ganado dos etapas, sino que también ha sido tres veces segundo en apenas ocho días de competición. Y no tiene números mejores porque el día de los adoquines tuvo que sacrificarse y hacer de escudero para Jonas Vingegaard. De lo contrario, habría sido de nuevo uno de los grandes candidatos a hacerse con la etapa.

Pelear las fugas

El problema es que ahora se acaba el terreno en el que los hombres rápidos pueden ganar etapas. La próxima semana será prácticamente al completo un coto cerrado de los escaladores. Por eso, se puede intuir desde ya que va a ser muy común encontrarse al maillot verde entrando en las escapadas numerosas de cada día. Y es que los esprints intermedios –los peleará, seguro– servirán a Van Aert para mitigar la sangría de puntos que se producirá en las líneas de meta frente a un «asesino» como Pogacar, que no deja escapar ninguna oportunidad que se le pone a tiro.

A lo largo de la historia del Tour ha habido ciclistas que se han convertido en auténticos especialistas en la caza del maillot verde. El último de ellos también está presente en la edición actual de la carrera. Peter Sagan ha subido al podio en París hasta siete veces como vencedor de la clasificación por puntos, lo que supone el récord histórico. Lo hizo ininterrumpidamente en cinco ocasiones –de 2012 a 2016– y también en 2018 y 2019. De este modo tumbó el récord anterior de Erik Zabel, que acumulaba seis y además consecutivas entre 1996 y 2001.

A sus 27 años –cumplirá 28 en septiembre–, Van Aert tiene muy complicado lograr alguno de esos registros que todavía le quedan lejos. Pero en este 2022 se ha propuesto ganar el verde por primera vez en su vida y está en la senda perfecta para lograrlo. Por el camino se ha llevado ya nueve etapas en las cuatro ediciones del Tour en las que ha participado. Y, por su forma de correr, también se ha llevado la admiración de los aficionados al ciclismo.

Más montaña para acabar la semana

Antes de que llegue la jornada de descanso, el Tour de Francia encara este domingo de nuevo una etapa de montaña. No será un día de grandes puertos, pero sí con la entidad suficiente como para ir sumando castigo. Sobre todo el ascenso al Pas de Morgins, cuya cima se corona a sólo nueve kilómetros de meta, antes de llegar a Châtel Les Portes du Soleil.

Morgins es un puerto de 15 kilómetros al 6% de media, aunque son números algo engañosos. Los tres kilómetros finales son prácticamente planos, pero en la primera mitad de la subida la bicicleta se agarra al asfalto. Si se quiere hacer juego táctico, es sin duda el puerto perfecto. Además, antes de eso, en la zona intermedia de una etapa relativamente larga –193 kilómetros de recorrido–, habrá un encadenado con el Col des Mosses (2ª) y el Col de la Croix (1ª). Será un día propicio para que pueda triunfar una fuga numerosa, aunque después habrá que ver las ganas de guerra que tengan los favoritos. Antes de una jornada de descanso, la gente suele gastar balas con más alegría.