Maillot amarillo
Van Vleuten acaba el Tour con otra exhibición en la Superplanche de Belles Filles
Gana la última etapa y confirma su victoria en la general final de la carrera
Annemieke van Vleuten no perdona. El maillot amarillo del Tour ya era suyo, pero no quería despedirse de la carrera sin una nueva exhibición. Y lo hizo, aunque lo tuviera todo en contra. Aunque tuviera que cambiar tres veces de bicicleta, por averías mecánicas o para recuperar la suya, la que llevaba pintada de amarillo para demostrar que es la mejor del pelotón. No pudo llegar con ella a meta, tuvo que hacerlo con otra del equipo, pero no le importaba porque el amarillo de verdad la esperaba al final de la Superplanche des Belles Filles.
Una subida salvaje coronada por un tramo de tierra que Van Vleuten fue la primera en domar. Tuvo más paciencia esta vez, dejó que fueran otras las que animaran la carrera. Vollering, la segunda clasificada lo intentó todo, pero ni siquiera con la ayuda de las averías mecánicas de Van Vleuten pudo distanciarla. La corredora de Movistar se descolgaba y se reenganchaba con una facilidad insultante.
Por delante eran otras las que buscaban aprovechar su última oportunidad. Mavi García se metió en la escapada y fue la última corredora a la que rebasó Van Vleuten en la subida a la Superplanche. Intentó agarrarse a su rueda, pero era imposible. La carrera de Van Vleuten era otra.
Mavi, al menos, pudo confirmar su puesto entre las diez primeras de la general. Se vio superada por las corredoras que llegaban por detrás peleando por el podio y entró novena en la meta, puesto que repite en la general. Su idea era estar en el podio, como hizo en el Giro, donde acabó tercera, pero las caídas la eliminaron antes de tiempo.
El podio lo han completado Vollering, segunda, y la polaca Niewiadoma, tercera. Para Marianne Vos, la dominadora de los primeros días de la carrera, queda el maillot verde. Con Van Vleuten nadie puede pelear por ser primera. Ha encadenado la victoria en el Giro y en el Tour y, a punto de cumplir los 40, nadie discute que e la mejor.
“Es un sueño hecho realidad. Ganar, además, de amarillo aquí en la cima ha sido maravilloso”, reconocía la neerlandesa ya como ganadora del Tour. “No ha sido un día fácil; no ha sido una semana fácil. Ha sido una montaña de rusa de emociones y dificultades. Ni siquiera hoy ha sido un día sencillo. Poder rematar todo el trabajo de estos meses, de amarillo, sola... es el mejor modo. Me da un enorme orgullo ser la primera ganadora de este nuevo Tour de Francia femenino, y que esta carrera esté de vuelta en el calendario. Espero que este gran inicio dé un buen futuro a la carrera y que siga creciendo”, añadía.
“Es un hito bonito ganar esta primera edición del Tour, y creo que es ahora, al terminarlo, cuando voy a empezar a ser consciente de que todo lo que he conseguido, y lo voy a disfrutar de verdad. Ayer ya había sido un día increíble, pero quería seguir centrada y rematar la faena, no podíamos celebrar de verdad. Pero ahora sí que podremos disfrutar ese helado, esa pizza de esta noche, celebrarlo con el equipo. A veces el equipo me dice que no aprovecho, que no disfruto, que siempre continúo. Creo que hoy sí que será el día en que pueda empezar a saborear todo ese esfuerzo”, concluye la ganadora del primer Tour femenino.
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