Real Madrid

Leganés

Cristiano puede esperar

En el Madrid no quieren que nada distraiga de los siguientes partidos. No se habla de contratos hasta que termine la temporada.

Cristiano Ronaldo, con Modric, en el entrenamiento de ayer del Real Madrid en Valdebebas
Cristiano Ronaldo, con Modric, en el entrenamiento de ayer del Real Madrid en Valdebebaslarazon

En el Madrid no quieren que nada distraiga de los siguientes partidos. No se habla de contratos hasta que termine la temporada.

«El siguiente partido», dijo Zinedine Zidane cuando le preguntaban cómo puede escapar el Real Madrid de la situación en la que se encuentra. «Ganar el siguiente partido», repitió el francés y luego el siguiente y el siguiente y conseguir de este modo la estabilidad necesaria para mirar al futuro con un poco de optimismo y olvidarse de las últimas decepciones. El próximo encuentro, en Leganés, donde se juega el Real Madrid su pase a las semifinales de Copa, es más importante que nunca. Porque esa competición se ha convertido en una de las tablas de salvación del conjunto blanco y porque en algún momento tiene que escapar el campeón de Europa de la vorágine fatalista en la que vive esta temporada.

Sólo importa el Leganés, mañana y con un poco más de perspectiva, el PSG, en febrero, en los octavos de la Champions. Ahí ha puesto el foco el club y no quiere que nadie pueda despistarse o apuntar a otra diana. El plan único es recuperar la autoestima en el campo, jugar al fútbol sin pensar en otras cosas, en futuros lejanos o en renovaciones de contrato que ahora no ayudan al espíritu de unidad que tiene que reinar dentro de toda la entidad.

No es la primera vez que Cristiano Ronaldo lanza al club un mensaje de insatisfacción con su situación. Lo hizo tras ganar el Mundialito, cuando aseguró que le «gustaría» retirarse en el Madrid, pero que era un asunto que «no» dependía de él. Es algo que viene de lejos: ya protagonizó un largo verano con los rumores de su salida, por lo que los últimos movimientos no sorprenden.

Pero a la espera de que llegue el final de enero y el Real Madrid decida si ficha o no a Kepa en esta ventana, no va a haber más movimientos en ningún sentido. Durante la temporada pasada, cuando el primer equipo iba como un tiro para redondear una temporada que finalmente fue histórica, se firmaron y se presentaron las renovaciones de los jugadores principales. Los contratos, pues, es un asunto que no preocupa dentro del club, que considera que todo ese asunto está bien cerrado, con el acuerdo de todos. No se cree, además, que este sea momento de pedir aumentos, sino de ganarse los aumentos con la capacidad de reacción en el campo.

Los resultados que se están consiguiendo han sorprendido, para mal, a todos. El club apostó por mantener el grupo principal que había conquistado la Champions y la Liga, pero la sensación ahora es que se ha llegado a un punto en el que los cambios a final de temporada ya son inaplazables. Pero también se piensa en que lo mejor en una racha como la actual es mantener la cabeza fría y no tomar decisiones precipitadas. Al final, son los resultados los que mandan y será en junio con los datos de rendimiento en la mano, cuando se decida qué va a suceder con parte de la plantilla, con los secundarios, pero también con los jugadores principales. En el club ya están preparados para hacer grandes movimientos de entrada en la primera plantilla, lo que va a suponer que también va a haber salidas, incluso, aunque el equipo termine con éxito las dos competiciones en las que tiene opciones de ganar. Los últimos resultados han demostrado que la Liga se le hace muy larga a este grupo de jugadores y necesitan un revulsivo.

Pero no es lo mismo acabar la temporada sin títulos que con dos trofeos o con la tercera Champions y no es lo mismo que el rendimiento de muchos futbolistas sea el de ahora o que en el tramo final de esta campaña se conviertan en jugadores decisivos.

Mientras tanto, paciencia. El Madrid no va a renegociar contratos y considera valiosos a todos los jugadores.