
Fórmula Uno
Fernando Alonso, el volante, Aston Martin y Bahrein: "Va a ser un fin de semana duro"
El piloto español ha tenido muchos problemas con su coche en los entrenamientos del Gran Premio de F1

El primer gran sobresalto de la temporada para Fernando Alonso no llegó en carrera, sino durante la jornada de entrenamientos en el Gran Premio de Bahréin. El piloto asturiano, bicampeón del mundo, vivió un episodio tenso a bordo de su Aston Martin que obligó al equipo a actuar con rapidez en el garaje para evitar males mayores. Todo comenzó cuando Fernando Alonso reportó por radio un fallo inusual en uno de los elementos más importantes del monoplaza: el volante.
"Cambia el volante, hay un problema con el volante; se está desconectando."
Ese fue el mensaje inicial que envió Alonso al muro, dejando claro que algo no iba bien. Lo que parecía un fallo electrónico o una desconexión puntual, pronto se transformó en una situación más preocupante.
En declaraciones posteriores, el propio Fernando explicó con más detalle lo que había ocurrido dentro del coche:
"Sí, el coche no funcionaba, y no podía cambiar de marcha en un momento dado, así que sí, tuve un apagón."
"Se me fue el volante"
El problema afectó incluso a la comunicación con el equipo, una de las herramientas más críticas durante una sesión de pista:
"Tampoco podía comunicarme con el equipo, y sí, en la última curva se me fue el volante. Así que sí, nos dimos cuenta de que tal vez la columna de dirección del volante o algo así tenía un problema".
La escena dejó entrever una posible debilidad estructural en la columna de dirección, algo que encendió todas las alarmas en Aston Martin. Poco después, el equipo británico emitía un comunicado oficial para aclarar la situación:
"Tuvimos un problema con el volante en el coche de Fernando que estamos tratando de resolver en el garaje. Tras una investigación más profunda, estamos cambiando partes del sistema de dirección en el coche de Fernando."
"Fue un momento complicado"
Mientras tanto, en el garaje, el equipo técnico se puso manos a la obra con eficacia. El propio Alonso quiso reconocer el trabajo de los mecánicos tras lo sucedido:
"Los mecánicos cambiaron rápidamente las piezas y todo fue bien. Así que sí, fue un momento complicado ahí, pero gracias a todos los miembros del garaje por arreglarlo bastante rápido."
No obstante, el problema técnico no fue el único motivo de preocupación para el piloto. El rendimiento del monoplaza en el circuito de Sakhir tampoco fue alentador, y Alonso no dudó en decirlo con la franqueza que lo caracteriza:
"Sí, creo que va a ser un fin de semana difícil, por desgracia, parece que no tenemos ritmo."
La adaptación del AMR24 a las particularidades del trazado ya generaba dudas antes de comenzar la actividad en pista, y tras la primera jornada, esas sospechas se confirmaron:
"Las características de Bahréin eran un poco preocupantes para nosotros, para nuestro paquete, y sí, probablemente confirmamos hoy que no somos competitivos."
A pesar de todo, Alonso no pierde la actitud combativa. A sus 42 años, mantiene intacta la determinación que lo ha llevado a mantenerse en la élite de la Fórmula 1 durante dos décadas. Consciente de que el fin de semana será complicado, pero también convencido de que todo sirve para mejorar, cerró sus declaraciones con un mensaje claro:
"Va a ser un fin de semana duro, pero intentaremos aprender. Intentaremos apretar y no nos rendiremos."
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