El Barça caza al Getafe y se regala por fin una victoria tranquila (4-0)

El Barcelona vivió por fin un día redondo (puede ver aquí la ficha y el minuto a minuto del 4-0), sin peros importantes, quizá contra el rival menos esperado. El Getafe ha sido un dolor de cabeza para los azulgrana en los últimos enfrentamientos, le contrarrestaba, le anulaba, dejaba su portería a cero (sólo un gol con Xavi en el banquillo), pero esta vez todo fue diferente. La arriesgada apuesta de Bordalás, con una defensa muy adelantada, fue castigada sin piedad por el campeón, que lucha por reengancharse a la pelea por la Liga, para lo que tendría que firmar un tramo final de curso casi perfecto, sin ceder puntos o muy pocos, y esperar a que sus rivales tropiecen.

El único pero que se le pudo poner al Barça fue no cerrar antes el encuentro, porque al descanso se fue sólo con un gol de ventaja, cuando pudieron ser varios. Eso podría haberle puesto nervioso y complicarle. Cerca estuvo de suceder con el tiro al poste de Luis Milla, que enganchó un disparo precioso al comienzo de la segunda parte que cogió un efecto endiablado al que tuvo que responder Ter Stegen. Despejó el portero y el balón todavía se estrelló contra el poste.

Balones a la espalda

Justo después el Barça afinó la puntería para vivir una victoria tranquila, sin sobresaltos, por primera vez en meses. El partido estaba trabajado por Xavi. No es habitual que Ter Stegen juegue balones largos, pero en apenas un cuarto de hora lo hizo dos veces. La defensa prácticamente en el centro del campo de los madrileños invitaba a ello. Se coló Joao Félix la primera, y reculó bien el conjunto de Bordalás. Lo hizo después Raphinha y tampoco salió, pero a la tercera el brasileño se quedó franco delante de David Soria y resolvió muy bien con la izquierda. El pase largo en este caso fue de Koundé. La jugada se repetía una y otra vez, pendiente del acierto de los atacantes del Barcelona. Raphinha acertó esa segunda, pero la siguiente la mandó fuera con el pie derecho y tuvo otra más en la que intentó dar un pase que era cómodo a Joao Félix, pero se pasó de fuerza.

Reenganchados

Intentó corregirse el Getafe tras el descanso, pero el partido estaba manos o menos en la misma situación, con futbolista del Barcelona descolgándose constantemente con desmarques al espacio. Si los pasadores estaban más o menos cómodos o se habían generado ventaja, facilitada casi siempre por la limpieza en la salida de balón de Cubarsí, había una autopista. Por ella circuló a toda velocidad Christensen para asistir, esta vez sí de forma medida, a Joao, que sólo tuvo que empujarla. A la enésima de Raphinha le dejó el tercer tanto a De Jong.

Lewandowski se quedó sin marcar, pero jugó de maravilla de espaldas, para recibir y convertirse en lanzador de algunas de esas carreras a la espalda. Le salió redonda la jornada a Xavi por el triunfo, porque su equipo no regaló el clásico gol y porque futbolistas como Raphinha y Joao Félix, algo descolgados los últimos tiempos por culpa de las lesiones, se cargan de moral y se unen a la pelea de estos últimos meses. Fermín puso el tanto final, que tuvo un origen parecido a los anteriores.

El Getafe se estiró algo con el resultado ya muy en contra. Pero no era su día. Mayoral, que lleva un año fantástico, no pudo rematar (y lo hizo fuera) hasta el minuto 73.