Fútbol
Una expulsión desmonta al Betis ante el Valencia
Fácil victoria de los de Gattuso después de que el verdiblanco Edgar viese la roja
Hay veces en las que las alambicadas explicaciones sobre las circunstancias que han motivado un resultado se reducen al relato de cuarenta segundos, los que transcurrieron en Mestalla poco después de la hora de partido entre el quiebro de Lino a Edgar y la ejecución de la falta que el central bético le hizo al delantero local. Era la segunda amarilla para el defensor y, recién estrenada la superioridad numérica, la puso André Almeida en la escuadra de la portería defendida por Rui Silva. ¡Qué curioso! Ninguno de los dos portugueses que protagonizaron la acción entraron en la convocatoria mundialista de su selección, oficializada justo cuando el balón echaba a rodar en Valencia.
Hasta esa jugada decisiva, los dos finalistas de la última Copa disputaban un duelo igualado, no bonito, pero sí intenso y con la emoción que daba la fuerte lluvia que caía sobre la capital levantina, que convertió por momentos el césped en una vertiginosa pista de patinaje. Antes del aguacero, en la primera parte, Musah había estrellado un balón en el poste y Juan Cruz había replicado con un tiro raso, tras bonita triangulación entre Canales y Willian José, que había repelido con bastante apuro Mamardashvili, más eficiente bajo los palos que en las salidas de balón que desbocaban los corazones de la hinchada che.
En la segunda mitad, ya bajo las nubes que jarreaban, daba la impresión de que el Betis iba a asentarse en la mitad del terreno de juego valencianista, pero también ocurrió que Hugo Duro, en una preciosa combinación dinamizada por Samu Castillejo, fallaba un remate en boca de gol. Era uno de esos encuentros que iba a jugarse a la primera sangre y no pinchó el Valencia a su adversario, sino que se autoinfligió el daño el propio Betis.
Héroe del derbi por su heroica defensa del área con dos jugadores menos, Edgar experimenta mucha dificultad cuando debe defender a campo abierto. Primero, Hugo Duro lo desbordó en el centro del campo y lo derribó para que la cosa no fuese a mayores. Después, se tragó un quiebro de Lino al borde del área y tuvo que zancadillearlo. La falta, ya ha quedado escrito, la ejecutó Almeida primorosamente y ya, en ventaja y contra diez, todo fue coser y cantar para los de Rino Gattuso, que sentenciaron con un penalti de Guillamón y un gol de Kluivert sobre la hora. Así se reencontró el Valencia con la victoria cinco jornadas después, las dos últimas después de haber dejado escaparse vivo al rival en inferioridad numérica. Al Betis sí lo cazó.
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