
Fútbol
"¿Elegir jugar con España?: eso no habría ocurrido"
Un futbolista de LaLiga, tajante con la posibilidad de ser convocado por la selección de De la Fuente

El verano dejó muchos movimientos inesperados, pero pocos tan llamativos como el traspaso de Etta Eyong, un delantero cuyo nombre pasó de ser una promesa que seguía creciendo en Vila-real a convertirse, en cuestión de semanas, en la gran aparición de la Liga. El Villarreal decidió aceptar una oferta difícil de rechazar: el Levante abonó 3 millones de euros para incorporar al atacante camerunés, una operación rápida y directa que convirtió a los granotas en uno de los protagonistas silenciosos del mercado. El club vendedor fue el Villarreal; el comprador, un Levante que vio en él una oportunidad estratégica para reforzar una posición que había sido frágil durante toda la temporada anterior.
Una temporada inesperada
La respuesta del jugador no tardó en justificar el movimiento. En apenas unas jornadas, Eyong convirtió las dudas ajenas en aplausos. Acumula 5 goles y 3 asistencias, cifras que, más allá de su peso estadístico, definen a un delantero que interpreta bien el espacio, acelera con precisión y entiende cuándo debe llegar al área y cuándo debe salir para darle aire al equipo. LaLiga encontró en él un nombre nuevo al que seguir. Y los ojeadores de otros países, un expediente que revisar con más atención.
Ese crecimiento deportivo hizo que empezase a circular el rumor de que la RFEF estaba interesada en que aceptara defender los colores de la selección española, un movimiento que, según esas mismas informaciones, sería viable si el delantero tramitaba la nacionalidad española. Las conversaciones, siempre en modo rumor y nunca oficializadas, tomaban forma dentro de un contexto evidente: la selección no termina de asentarse en la posición de delantero centro, aunque Oyarzabal está tirando abajo todas las dudas. La aparición de un atacante joven, determinante y adaptado al fútbol español despertó, inevitablemente, los debates internos que acompañan a cualquier posible nacionalización deportiva.
Sin intención de jugar con España
En ese escenario apareció la figura del propio jugador, dispuesto a expresar su postura sin rodeos. Eyong quiso cortar la conversación desde el primer momento: negó tener la más mínima intención de jugar para España. Lo hizo con naturalidad, sin dramatizar, sin utilizar el asunto como una plataforma para elevar su imagen ni como un mensaje dirigido a ningún despacho. Simplemente, confirmó que el rumbo de su carrera internacional no se mide por la oportunidad del momento, sino por la fidelidad a un origen: Camerún.
Para él, la elección es esencialmente emocional y biográfica. Un vínculo identitario, no una estrategia deportiva. Lo dijo sin matices: su sueño, desde niño, es jugar con Camerún, su país de nacimiento, y recorrer el mismo camino que otras figuras del fútbol africano que han actuado como referentes. La comparación más obvia es la de Samuel Eto’o,
Eyong quiso subrayar su posición con una frase que nadie podrá ignorar: “¿Elegir a España? Eso no habría ocurrido; mi corazón pertenece a Camerún”. Y, por si quedaba alguna duda, reforzó el mensaje con otra declaración que rápidamente circuló en los medios: “Incluso si el Presidente de España me dijera ‘por favor, ven’, seguiría a mi corazón”. Su intervención cerró el debate.
El Levante sabe que Eyong es hoy un activo deportivo indiscutible, pero también un activo económico que crece a la misma velocidad que sus goles y asistencias: su cláusula asciende a 30 millones de euros.
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