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No hubo milagro, ganó el Inter y dejó al Barça fuera de la Champions: el proyecto de Xavi queda herido de gravedad

Por segunda temporada consecutiva cae en la fase de grupos, lo que supone un perjuicio deportivo y económico en unas arcas ya raquíticas. Ni los fichajes han despertado al Barcelona de la pesadilla de la Champions

Xavi se abraza con Lewandowski, el gran fichaje del Barcelona de este curso
Xavi se abraza con Lewandowski, el gran fichaje del Barcelona de este cursoAlejandro GarcíaAgencia EFE

No hubo milagro en Milán y ni siquiera suspense: el Inter derrotó al Viktoria Plzen (4-0) sin demasiados problemas, ya tranquilo al descanso con un 2-0 y sin conceder ocasiones, y firmó con ello una nueva defunción del Barcelona en la Champions, su competición maldita en los últimos años en la que no ha hecho más que ir dando pasos hacia atrás. Del desastre de Roma (2018) al de Liverpool (2019); del de Anfield al 2-8 del Bayern (2020); de ahí a que Mbappé tomara el Camp Nou (2021)... Pero todo eso, al menos, fue en las eliminatorias directas. Ahora por segunda temporada consecutiva el conjunto azulgrana no ha superado ni la fase de grupos. Y en esta ocasión en el Camp Nou duele todavía más que el curso anterior. «No nos daba», dijo Xavi de la eliminación de la 2021-22. Él dirigió sólo el partido contra el Benfica en el que se confirmó la eliminación, aunque podría haberla evitado porque dependía de sí mismo en ese duelo contra los portugueses en casa que concluyó 0-0. Se puede decir que no fue el gran culpable. El lío había empezado con Koeman. Ahora no tiene escudo.

Esta vez Xavi ha comenzado la temporada desde el principio y el Barcelona ha hecho un esfuerzo importante en el mercado de verano con las famosas palancas, pero ni la llegada de Lewandowski, Raphinha, Koundé, Kessié, Christensen, Bellerín y Marcos Alonso ha cambiado la dinámica negativa en la competición más importante. El grupo que le tocó era difícil, sí, pero queda fuera a falta de dos jornadas sin haber ganado ninguno de los dos partidos al Inter. El proyecto de Xavi está herido de gravedad.

La marcha de Messi metió en depresión al barcelonismo y la llegada al banquillo de otra leyenda como el ex centrocampista hizo, de alguna manera, de paraguas. Al técnico, intocable el curso pasado, le han llegado éste las primera críticas y la eliminación en la Champions es un golpe duro. Son 153 millones invertidos en incorporaciones (por 35 ingresado por las ventas) que no han servido para pelear con los mejores y que ponen la temporada del preparador cuesta arriba, a poco que en Liga llegue algún momento flojo y el público, intachable hasta ahora, proteste y en la directiva se puedan poner nerviosos. Ahora no hay alternativa porque el proyecto era Xavi. Todo ese dinero gastado ha sido además a base de hipotecar patrimonio del club. El éxito de los movimientos de Laporta está en función de los resultados, porque en los próximos años ya no va a haber posibilidad de grandes refuerzos al no haber de dónde tirar.

20 millones menos

El perjuicio de este hundimiento es económico y deportivo, aunque en realidad los dos van de la mano. El club, en su presupuesto, fija los ingresos de la Champions pensando que el equipo va a llegar a cuartos de final, como mínimo. Al estar fuera en la fase de grupos, se caen los 9,6 millones que se entregan a cada octavofinalista, y los 10,6 que la UEFA da a los cuartofinalistas. Son, por tanto, algo más de 20 millones que ya están en números rojos, a lo que se añaden las pobres prestaciones de la fase de grupos (el fijo por participar son 15,6 millones, pero después en esta etapa inicial se reparten 2,8 millones por cada victoria y 930.000 euros por el empate). En la Europa League ese dinero sólo se podría compensar en parte siendo campeón (14,9 millones de euros sumando todas las eliminatorias), algo que el curso pasado no consiguió el Barcelona, al caer con claridad en los cuartos ante el Eintracht de Frankfurt. Falta por ver la motivación para afrontar la competición pequeña. El curso anterior la hubo, pero... No daban para más.

El prestigio deportivo es ver cómo el Barcelona ya no está entre los mejores del continente. «Esta vez sí teníamos plantilla, pero me da la sensación de que nos quedamos fuera por errores nuestros», dijo Xavi. Por eso duele más. Y esta pérdida de prestigio hace que a los patrocinadores puedan entrarles dudas en el futuro, ya que no van a poder mostrarse en las rondas finales de la Champions, el mejor escaparate posible.