LFP

Los clubes ya deben menos a Hacienda

El protocolo de pago de la deuda quedó acordado entre la LFP (en la imagen su presidente, Javier Tebas), el CSD y el Ministerio.
El protocolo de pago de la deuda quedó acordado entre la LFP (en la imagen su presidente, Javier Tebas), el CSD y el Ministerio.larazon

Los clubes profesionales rebajaron en 156.8 millones de euros en el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2012 y el 31 de mayo de 2013.

El Protocolo de control que firmaron en abril de 2012 el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LFP) está teniendo resultados visibles. La alarmante deuda que tenían los clubes de Primera y Segunda con Hacienda y con la Seguridad Social obligó al Gobierno a tomar medidas y el resultado en poco más de un año y medio es una reducción del dinero pendiente de pago con las administraciones públicas de un 20,8 por ciento. Entre el 1 de enero de 2012 y el 31 de mayo de 2013 la rebaja total es de 156,8 millones. Según los datos que maneja la administración, los clubs han pasado de tener una deuda con Hacienda de 752,2 millones de euros en enero de 2012 a 595,4 a 31 de mayo del año pasado. Gobierno y Liga han actuado de la mano, como reconoció ayer el ministro José Ignacio Wert, porque la deuda se había convertido en una preocupación importante. «La más urgente», llegó a reconocer Cardenal al presentar el Protocolo de control.

Desde fuera de España comenzaban a acusar a los clubes nacionales de cometer «dopaje financiero», después de pasar muchos años en los que se les permitía lo que no se consentía con otras empresas. Se hacía la vista gorda con ellos, se miraba para otro lado. «Este problema afecta a la buena reputación y los clubs deben ser ejemplares con sus responsabilidades, sobre todo por el momento actual que vivimos», reconoció Miguel Cardenal. El protocolo incluye, por ejemplo, congelar un porcentaje de los ingresos que los equipos de fútbol reciben de televisión, exactamente el 35 por ciento, para que se dedique a ir pagando lo que se debe a la administración pública.

El siguiente paso en el control de las entidades de fútbol se produjo en verano: desde la presente temporada se lleva a cabo una vigilancia económica a los clubs para delimitar los movimientos que pueden hacer en el capítulo, por ejemplo, de fichajes, lo que pueden gastar, una vez estudiada cada entidad caso por caso. Las reuniones entre Miguel Cardenal, presidente del CSD, y los representantes de los clubs se producen cada pocos meses. Se pretende también con esta medida reducir la masa salarial de las plantillas, que se llevan una gran parte del dinero de los presupuestos. El objetivo en este primer año es bajarla en 100 millones. Si un equipo no puede justificar, de forma palpable, una serie de ingresos, no podrá hacer otra serie de gastos para contratar jugadores. Un reflejo de esta decisión es que los clubs se han convertido en más exportadores que importadores. El Real Madrid y el Barcelona quedan al margen de este control porque presuntamente no tienen deuda con Hacienda y tienen un gran patrimonio para hacer frente a una eventual dificultad. Los dos «grandes» son en realidad los clubes más endeudados de Primera, entre ambos acumulan más o menos un tercio del total (unos 1.000 millones de un total que se acerca a 4.000), pero es una deuda privada y con la cantidad de dinero que mueven no preocupa su situación. «Si no hubiéramos hecho nada, la mayoría de clubes habría desaparecido en pocos años», opina Javier Tebas, presidente de la LFP. Eso es lo que ha sucedido en otros deportes como el balonmano, donde muchos equipos, y algunos de ellos históricos, ya no existen.

Las buenas noticias no se centran sólo en Hacienda. La reducción también ha llegado en el dinero endeudado con la Seguridad Social, en este caso casi en un 50 por ciento: 6,4 millones de euros entre enero de 2012 y junio de 2013. El Gobierno cifró, a 1 de enero de 2012, la deuda con la Seguridad Social en 13,2 millones. El 30 de junio del año pasado se situó en 6,8 «kilos», poco más de la mitad. Las noticias son esperanzadoras, pero el proceso debe seguir. El Protocolo se firmó hasta 2016.