Corrupción

Más de 700 partidos, 4 presidentes y 26 títulos bajo sospecha

El caso Enríquez Negreira siembra dudas sobre 18 años de competición en el Barcelona

Barcelona - Real Sociedad
Piqué protesta al árbitro en un partido Toni AlbirAgencia EFE

Ramón Mendoza ya advirtió hace casi 30 años de los extraños manejos de Enríquez Negreira. «Hay indicios de corrupción deportiva», decía el titular de la entrevista publicada por «Marca» al entonces presidente del Real Madrid. «Lo que está haciendo el Barcelona crea gran preocupación a miles de personas», añadía en referencia al que ya era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA).

En aquel año Enríquez Negreira acababa de llegar al cargo y aún no cobraba del Barcelona por «asesoramientos verbales». Esos pagos comenzaron en 2001, bajo la presidencia de Joan Gaspart, según ha publicado «El Mundo» y continuaron de forma ininterrumpida hasta 2018, cuando Josep María Bartomeu decidió cortar la relación justo cuando el ex árbitro internacional dejaba de ser vicepresidente del CTA con la llegada de Rubiales a la presidencia de la Federación y el nombramiento de Velasco Carballo como presidente del organismo arbitral en sustitución de Sánchez Arminio.

Por el camino han sido cuatro presidentes los que han pagado a Enríquez Negreira por sus servicios: Gaspart, Laporta, Rosell y Bartomeu; aproximadamente 700 partidos, 684 de Liga en 18 temporadas, más los de Copa del Rey de Supercopa; y 26 títulos: diez Ligas, siete Copas y nueve Supercopas los que cargan ahora con la sombra de la sospecha.

Especialmente llamativos son los números del Barcelona entre 2016 y 2018. En esas tres temporadas al Barcelona le pitaron 33 penaltis a favor y sólo tres en contra. Algo parecido pasaba con las expulsiones. En el mismo periodo tuvo 23 a favor y cuatro en contra. Además, encadenó 78 partidos sin penaltis en contra y 59 sin que ninguno de sus jugadores viera la tarjeta roja.

Unos números que cambiaron de manera radical cuando terminó la relación entre Enríquez Negreira y el Barcelona. Desde ese momento, el balance de expulsiones y de rojas a favor y en contra se igualan. 31-19 en lanzamientos desde los once metros y 24-20 en expulsiones, siempre a favor de los azulgrana.

Los presidentes barcelonistas no valoraron de la misma manera la labor de Enríquez Negreira. Bajo la presidencia de Joan Gaspart, cuando comenzó la relación, el ex árbitro internacional cobraba algo menos de 150.000 euros. Una cantidad que se cuadruplicó con la llegada de Joan Laporta a la presidencia, según las facturas publicadas por «El Mundo». Enríquez Negreira pasó a cobrar 573.398 euros, según esos documentos.

Esa diferencia ha sido denunciada por Josep Maria Bartomeu en una entrevista en el diario «Abc». «Yo corté el grifo a Enríquez Negreira; Laporta le cuadruplicó el sueldo», aseguraba. «Yo estoy muy tranquilo porque fui el que cortó el servicio», añadía el expresidente azulgrana.

Los delitos han prescrito deportivamente, pero no el posible delito de corrupción entre particulares ni la posible administración desleal de los mandatarios del Barcelona durante los 18 años que duró la vinculación con el ex vicepresidente del CTA.

Las amenazas por burofax del ex vicepresidente del Comité de Árbitros cuando Bartomeu dejó de contar con él abundan en las sospechas que dejan los comportamientos de Negreira y del Barcelona. En él explicaba, según lo publicado por «El Mundo», que si no había acuerdo airearía «sin miramientos las irregularidades del club que había conocido y vivido de primera mano».

Negreira fundó su empresa Dasnil S.L. con el objetivo de dedicarse a la distribución mayorista de alimentos. Un objetivo que cambió cuando comenzó a facturar al Barcelona. Entonces el objeto social pasó a ser ofrecer servicios de publicidad para empresas, promociones y objetos de regalo, además de la impresión de textos y realización de vídeos deportivos. La empresa dejó de tener actividad cuando el Barcelona dejó de contar con los servicios del ex árbitro y de su hijo, que ejercía como administrador único de la sociedad familiar. Al menos del hijo sí constan informes por escrito para las categorías inferiores del club.

Javier, el hijo de Enríquez Negreira, era el encargado de llevar al campo a los árbitros cuando dirigían un partido en el Camp Nou, según contaba Andújar Oliver en Onda Cero. Andújar fue compañero de Enríquez Negreira en su época de colegiados de Primera División. Añadía, además, que Javier Enríquez Romero, el hijo, fue contratado como psicólogo y coach de los árbitros. Iba a todas las reuniones del Comité Técnico con todos los árbitros. «Iba a dar instrucciones a todos los colegiados. Hasta el 2018 ha sido coach de ellos, es decir, los árbitros le han dado a este señor toda su información y pensamientos mientras él les tenía en sus manos».

No habrá sanciones deportivas para nadie, pero el caso Enríquez Negreira deja en duda todo lo que consiguió el Barcelona en los 18 años que contaron con sus servicios como asesor.