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Mundial femenino: España cae ante Alemania con la cabeza alta

[Aitana Bonmatí (i), Nahikari García (c) y Marta Torrejón, reaccionan al finalizar el partido del mundial]
[Aitana Bonmatí (i), Nahikari García (c) y Marta Torrejón, reaccionan al finalizar el partido del mundial]larazon

Hubo un tiempo en el que hablar de Alemania era sinónimo de miedo, superioridad, un rival inalcanzable, que está en un escalón por encima del resto... España sufrió en sus propias carnes lo que significa el poderío germano. En la fase de clasificación de la Eurocopa de 2013, el combinado nacional, por entonces dirigido por Nacho Quereda, sufrió una apabullante derrota contra las alemanas, 5-0. Marta Torrejón, Silvia Messeguer y Marta Corredera, ayer de la partida titular, estuvieron presentes en aquella fatídica tarde en la que la selección se marchó de Mannheim con una manita en la mochila. Ayer, siete años después y en un escenario completamente diferente, España tampoco consiguió ganar a las teutonas.

Un gol de Däbritz cuando la primera parte estaba llegando a su fin les bastó a las de Voss-Tecklenburg para sellar su billete a octavos de final. La Roja no consiguió romper el maleficio, nunca se ha vencido a Alemania, pero logró algo más importante y que quedará guardado para siempre en la memoria del fútbol femenino español. Las de Jorge Vilda demostraron que ya no se está tan lejos de los más grandes y que en este torneo le puede plantar cara a cualquiera.

Diluviaba en Valenciennes cuando el balón echó a rodar sobre el césped del Stade du Hainault. El tiempo en la Copa del Mundo es tan variable que puede haber un sol resplandeciente y a los cinco minutos estar diluviando. Llegaba España con la maleta ligera de peso. Ya no estaban aquellas piedras que acompañaron a las de Jorge Vilda en su debut ante Sudáfrica y que dificultaron el juego de la selección. Pero ayer, España sí fue ese equipo desequilibrante, vertical y peligroso que brilló en la fase de clasificación. Tan brillante que a punto estuvo de derrotar a las dos veces campeona del mundo, ocho veces campeona de Europa y reciente oro en los Juegos Olímpicos de Río.

Introdujo dos cambios Jorge Vilda con respecto al encuentro de Sudáfrica. Messeguer entró por Vicky Losada y NahikariGarcía por Amanda Sampedro. Con ellas buscaba el seleccionador más músculo en el centro del campo y más velocidad arriba con la delantera de la Real Sociedad. El plan le salió a la perfección. Sin Maroztan, estrella del cuadro alemán, España salió sin complejos. Los nervios se quedaron en el vestuario y en los primeros 45 minutos la Roja dio una lección de fútbol a las teutonas. Dominio del balón, velocidad, presión en la salida del rival... Alemania lo estaba pasando verdaderamente mal y más cuando la selección encontró en el contragolpe la oportunidad de hacer daño a las de Vosss-Tecklenburg.Nahikari en una de ésas pudo marcar. Un sensacional pase de Jenni Hermoso encontró a la atacante que volvió a pillarle la espalda a la defensa y se plantó sola ante Schult. Lástima que la de la Real definiese mal con el exterior y su balón se perdiese por la línea de fondo. Esas hay que meterlas porque si no .... se pagan. Y así lo hizo Alemania. Un centro desde la derecha de Hurt encontró la cabeza de Alexandra Popp. El remate de la delantera del Wolfsburgo acabó en un despeje de Sandra Paños, pero en el rechace se durmió Marta Torrejón y Däbritz metió la pierna. Gol encajado cuando menos lo merecían las nuestras y cuando más duele, justo antes del descanso.

Tocaba volver a remontar. En la segunda mitad Vilda volvió a tirar del «plan J». La juventud de Lucía García, Patri Guijarro y Aitana Bonmatí. Metieron velocidad y ritmo los cambios, pero Alemania, que se conoce de sobra esto de los mundiales, con este son ya ocho en los que ha participado, plantó un muro atrás y España, a pesar de que lo intentó no pudo derribarlo. No se movió el marcador. Ahora queda China y las de Vilda tienen que ganar para estar en octavos sin depender de otros. España se marchó con la cabeza alta del Stade du Hainault. Está más cerca que nunca.