Corea del Sur

Debacle mundial: Alemania eliminada del Mundial tras caer ante Corea

La vigente campeona mundial quedó eliminada a las primeras de cambio en 1938 y nunca había vuelto a caer tan pronto en un Mundial

El surcoreano Kim Young-gwon celebra uno de los goles anotados ante Alemania / Ap
El surcoreano Kim Young-gwon celebra uno de los goles anotados ante Alemania / Aplarazon

La vigente campeona mundial quedó eliminada a las primeras de cambio en 1938 y nunca había vuelto a caer tan pronto en un Mundial.

La eliminación de Alemania, actual campeón del mundo, supone la sorpresa mayúscula del campeonato. «Sin coraje, sin pasión y sin creatividad» se consumó, según el «Bild» una debacle histórica, el hundimiento de una gran nación futbolística que se marcha de Rusia con su orgullo por los suelos y con el convencimiento de que ha llegado el fin de ciclo para una serie de jugadores como Özil, Müller, Khedira y Mario Gómez entre otros. El futuro de Löw, el añorado técnico de Florentino, con contrato en vigor hasta 2022, se coloca en el disparadero porque la selección germana, la famosa «Mannschaft», ha tocado fondo.

Sucumbió ante México en su debut. Demostró su incapacidad goleadora y su juego defraudó. Löw se cargó a Özil y Khedira de un plumazo y ante Suecia apareció Kroos. Fue en el descuento, para deshacer el empate con un golazo. Mejoraron las prestaciones, pero el equipo mostró sus carencias cuando tiene un rival enfrente que se le cierra con dos líneas de cuatro. Y, al igual que España, concede muchas ocasiones en las contras del enemigo.

Sin embargo, saltó a la arena de Kazán con la vitola de que la clasificación sería una realidad. Ganar a Corea, derrotada por suecos y mexicanos, era más o menos pan comido. Cómo los pobres coreanos, a los que ayudan José Antonio Grande y Javier Miñano, van a atreverse a destronar al que gana siempre como dice Lineker, que ayer, con su humor británico, cambió la frase. «El fútbol es un juego sencillo. Veintidós hombres persiguen una pelota 90 minutos y al final, los alemanes ya no siempre ganan. La versión anterior queda para la historia», dice el exjugador del Barcelona.

Y no ganaron por muchos motivos. El principal es que el equipo ha perdido la capacidad de definición. Antes, en cualquier llegada, aparecían, Müller, Mario Gómez o el legendario Klose para hacer gol. Ayer, se hincharon a rematar a puerta. Desde cerca, desde lejos, de cabeza, pero unas veces la falta de puntería y otras, el acierto del meta Choo Hyun-woo (Jo), elegido mejor jugador del partido, frenaron las ocasiones de Reus, Werner, Goretzka, Kroos, Mario Gómez y Hummels, que tuvo en su cabeza (min 86) el gol que nunca llegó y que Alemania necesitaba como el comer.

Se estaba jugando la clasificación, el partido estaba en el tramo decisivo. Corea se defendía con orden, presionaba muy bien y salía como flechas en busca de Neuer. Son, el de las lágrimas por tener que hacer la mili, recordaba a los germanos su paso por el Hamburgo y el Leverkusen, y era una pesadilla cuando llegaba con el balón controlado ante Hummels y Sülle, lentos a la hora de frenar a las ardillas coreanas.

El partido ya estaba loco. Alemania tenía en el campo a Müller, Gómez, Reus, Werner y Brandt. Toda la artillería, con Özil y Kroos para los remates desde fuera. Kimmich, el lateral del Bayern, era un atacante más. La apuesta por un gol alemán, aunque fuera en el último segundo y de rebote, se pagaba mal. Nadie pensaba que tanta insistencia no iba a encontrar premio. Pero el fútbol tiene otros parámetros. Hay un rival enfrente que sabe manejarse, robar el balón y salir corriendo. Y eso hizo Corea porque los de Löw permitían las contras, no cerraban bien los espacios y acusaban el esfuerzo. Los coreanos asustaban con sus llegadas, demostraban inocencia a raudales para cazar al ogro alemán y se conformaban con que su portero hiciera diabluras.

Y en medio de la vorágine, del quiero y no puedo alemán para derribar el muro coreano hubo un córner a favor de éstos. La pelota llegó a Kim, que en posición ilegal, batió a Neuer. Los coreanos celebrándolo, el auxiliar con la bandera levantada y el árbitro con dudas. Avisó del VAR y al televisor se fue el estadounidense Geiger para comprobar que el balón le llegó a Son porque Kroos, el héroe ante Suecia, había dado un pase hacia atrás. Gol legal y Alemania camino de Berlín con las orejas gachas.

Eran necesarios dos goles, pero no había tiempo material y lo que sucedió es que con Neuer jugando en campo contrario en busca del milagro, Son hizo el segundo para los asiáticos. Rostros serios y desencajados en Löw y sus jugadores, pero sin lágrimas porque el orgullo no permite –les pasa como a los nobles– llorar en público. Así se consumó el mayor desastre del fútbol alemán. El campeón destronado, porque en este juego que inventaron los ingleses lo más importante son los goles. Alemania fue impotente ante el meta coreano. Lo demás no importa. No importa recordar que Löw volvió a recurrir a Özil y Khedira en el once inicial. El sacrificado fue Müller y en su lugar entró Goretzka para colocarse en la derecha por delante de Kimmich. Kroos fue el organizador del juego desde atrás por delante de la defensa. Y el madridista no lo hizo mal, pero se agotó. Sacó córners, disparó y tiró faltas porque tiene un papel principal en el equipo. Khedira le ayudó poco y fue sustituido por Mario Gómez cuando los goles eran necesarios.

Werner y Reus se cambiaban las posiciones en ataque. Jugaban indistintamente por la derecha o por la izquierda, pero los defensores coreanos se movían con celeridad, tapaban huecos y se esforzaban por defender a su portero. El ataque por tierra, mar y aire no encontraba respuesta en el marcador. Tampoco con Müller y Brandt mejoraron las cosas. Acoso sin derribo y el riesgo de morir en la orilla. Y eso es lo que pasó. Corea vio la luz con sus dos tantos y Alemania, las tinieblas porque su juego fue desordenado, primó más la ansiedad y el corazón a la hora de resolver. Y no lo hizo.

Si a la 'Mannschaft' le faltó chispa contra México y Suecia, la historia se repitió este miércoles en Kazán ante Corea. Lenta, sin ritmo, sin frescura y sin desborde -con Leroy Sané viendo el Mundial desde casa-, esta Alemania está a años luz de la que maravilló en Brasil hace cuatro años.

En la primera mitad llevaron el peso del partido los germanos, con el 75 % de la posesión -por momentos llegaron a picos del 85 %-, pero fueron los 'Guerreros de Taeguk' los que gozaron de las mejores ocasiones. Atascada Alemania, Corea del Sur era fiel a su plan: robar, salir con peligro y buscarle las cosquillas a Neuer. Y así lo hicieron.

Ya fuera porque no lograban dar tres pases seguidos o por las recurrentes faltas de los coreanos para cortar el ritmo, pero los germanos no conseguían inquietar al guardameta Choo Hyun-woo. De hecho, las mejores ocasiones en el primer tiempo fueron de los asiáticos, primero con un libre directo de Jung Woo-Young que se le escapó de las manos temblorosas a Neuer y más tarde con una volea de Son Heung-min que se fue por encima del travesaño.

Mejoró la 'Mannschaft' tras el descanso, y nada más llegar de los vestuarios, Goretzka, hasta entonces intrascendente, obligó a volar a Choo Hyun-woo, que sacó una mano salvadora a remate de cabeza que mantuvo a los suyos en el partido.

La tensión crecía en el campamento alemán, donde llegaban noticias de los primeros goles suecos en Ekaterimburgo. Todo lo que no fuera ganar a Corea supondría despedirse del Mundial. Ahí movió fichas Löw, que quitó a Khedira y a Goretzka para dar entrada a Mario Gómez y Thomas Müller, moviendo a Werner a la derecha y a Reus a la izquierda.

Tampoco le funcionaba el plan al campeón, que no conseguía penetrar la férrea línea de cinco atrás de los coreanos, muy cómodos esperando y replegados atrás y dejando sólo arriba a Son. El punta del Tottenham metió incluso el miedo en el cuerpo a los 25.000 aficionados germanos presentes en el Kazán Arena, radio en la oreja y atentos al partido de México y Suecia, con un disparo que se marchó fuera por poco.

Lo intentó a la desesperada Alemania, con el partido roto y el recién ingresado Brandt en el lateral izquierdo, pero ni así lograron. Quien marcó fue Corea, que lo hizo por partida doble en el descuento, primero con Kim, en un tanto que otorgó el VAR al comprobar que había tocado Kroos hacia atrás, y después con Son, después una contragolpe tras una pérdida de Neuer en el centro del campo. Así, con un error de su capitán, cerró Alemania su pobre participación en Rusia.

- Ficha técnica:

2 - Corea del Sur: Choo Hyun-woo; Lee Yong, Yun Young-sun, Kim Young-gwon, Hong Chul; Jung Woo-young, Jang Hyun-soo, Lee Jae-sung, Moon Seon-min (Ju Se-jong, m.69); Koo Ja-cheol (Hwang Hee-chan, m.56; Ko Yo-han, m.79) y Son Heung-min.

Seleccionador: Shin Tae-yong.

0 - Alemania: Neuer; Kimmich, Süle, Hummels, Hector (Brandt, m.79); Khedira (Mario Gómez, m.58), Kroos, Goretzka (Müller, m.63); Özil, Reus y Werner.

Seleccionador: Joachim Löw.

Goles: 1-0, m.92: Kim Young-Gwon. 2-0, m.96: Son Heung-Min.

Árbitro: Mark Geiger (USA). Amonestó a Jung Woo-young (m.8), Lee Jae-sung (m.23), Moon Seon-min (m.48) y Son Heung-min (m.65), de Corea del Sur.

Incidencias: partido correspondiente a la tercera y última jornada del Grupo F, diputado en el estadio Kazán (Arena) ante 41.835 espectadores.