Adiós a Gento

La Galerna del Cantábrico se paró

El mito del Real Madrid murió a los 88 años. Es el único jugador de la historia con seis Copas de Europa. Florentino Pérez le nombró Presidente de Honor del club

Vivía cerca del Santiago Bernabéu, sacaba al perro por las mañanas, comía, no fallaba nunca en dormir la siesta y después bajaba al bar de al lado a jugar la partida de cartas o de dominó. Si podía evitar las llamadas de los periodistas, mejor.A Gento, que ayer murió a los 88 años, le gustaba la rutina que llevaba, la vida que había construido gracias a ser uno de los grandes futbolistas en la historia del Real Madrid. Intentó, tras dejar el fútbol, llevar una rutina tranquila si es que eso era posible para el único jugador de la historia que ha ganado seis Copas de Europa (además de 12 Ligas). «Estas 6 Copas de Europa (5 de ellas consecutivas) y 12 Ligas marcan la dimensión de su figura en los 600 partidos que jugó con la camiseta del Real Madrid. Marcó 182 goles y fue internacional con la selección española en 43 ocasiones. Y también fue condecorado con la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo, entre otras distinciones», aseguró Florentino Pérez, presidente del club, en una declaración institucional.

«Pero más allá de sus títulos y de lo que consiguió en los terrenos de juego, Francisco Gento conquistó el cariño de todos los madridistas y también de sus rivales deportivos por la ejemplaridad y el comportamiento que practicó durante toda su vida». Pasan los años, la Champions la juegan muchos más equipos, ya no hace falta ser primero para disputarla, y el futbolista cántabro sigue siendo el único jugador de la historia que ha logrado tal hazaña. Cristiano Ronaldo suma cinco, pero todo parece indicar que tampoco va a llegar a una cifra para la que se necesita una larga y constante carrera en la élite. Gento sumó, además, 23 títulos y sólo el pasado domingo, en una época en la que hay más torneos, Marcelo, tras quince años en el club, le ha empatado.

Gento aguantó dos generaciones en el Real Madrid, la primera, la mítica de los años 50 que llevó al club a ser el mejor del mundo con sus cinco Copas de Europa seguidas y después llegó hasta 1966 para lograr la Sexta, la de los once españoles. Alfredo di Stéfano se había marchado en 1964, después de perder la final de la Copa de Europa contra el Inter y después de que Miguel Muñoz no lo convocara para el siguiente partido contra el Atlético de Madrid. Un futbolista tan grande tenía un orgullo grande. Le ofrecieron ser lo que quisiera en el club, pero prefirió agotar sus días de futbolista en el Espanyol. Puskas y Santamaría llegaron hasta 1966 y jugaron los primeros encuentros de aquella edición de la Copa de Europa, pero la nueva generación de futbolistas les tomó el relevo. No a Gento, pues nadie podía sustituir en la banda izquierda a aquel futbolista rapidísimo, atropellado al principio de su carrera y decisivo después durante tantos años. Por algo le llamaban la Galerna del Cantábrico. Fue el mejor escudero de Di Stéfano y el líder espiritual de los jóvenes futbolistas que llegaron después.

Su primera temporada en el Real Madrid fue la 1953-54, sin apenas experiencia en el fútbol, y la última, la 1970-71, una vida dedicada al club. «Llegó al Real Madrid con tan solo 19 años procedente de su querido Racing de Santander y defendió la camiseta del Real Madrid durante 18 años. Aquí se convirtió en una de las grandes leyendas de nuestro club y en uno de los mitos del fútbol mundial. Formó parte de una generación de jugadores legendarios, que cambiaron la historia del Real Madrid hasta convertirlo en el club más prestigioso y admirado del mundo», continuó el presidente blanco en su mensaje.

Después del fútbol, Gento tuvo una vida corta de entrenador y siempre estuvo cerca del Real Madrid. Es verdad que casi siempre estuvo un poco a la sombra de Di Stéfano, el alma de ese equipo y uno de los mejores jugadores de la historia. Pero Florentino Pérez y el Real Madrid le rindieron el mayor homenaje posible al nombrarle Presidente de Honor de la entidad tras la muerte de Di Stéfano. «Es uno de nuestros grandes mitos y todos le recordaremos como uno de los mejores jugadores de nuestros 119 años de historia. Representa todos nuestros valores: la humildad, el respeto, el compañerismo, el talento, el trabajo y el sacrificio», continuó el máximo mandatario blanco: «Todo nuestro cariño y nuestro afecto para su esposa Mari Luz, sus hijos Francisco y Julio, sus nietas Aitana y Candela, y también para toda su familia, para todos sus compañeros y sus seres queridos».