Polémica

Lo ha vuelto a hacer: la última maniobra de Luis Rubiales para limpiar su imagen

En su recurso, el ex presidente de la RFEF, vuelve a hacer uso de mensajes privados para descradeditar el relato de Jenni Hermoso

Rubiales ha filtrado numerosas conversaciones con las futbolistas
Rubiales ha filtrado numerosas conversaciones con las futbolistasAgencia EFE

El pasado mes de enero juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge procesaba a Luis Rubiales por su beso "no consentido" y "sorpresivo" a Jenni Hermoso al ve indicios suficientes para sentar en el banquillo al expresidente de la Federación Española de Futbol. Para el magistrado, la instrucción ha revelado la existencia de "sólidos indicios" de que el beso "no fue consentido" y se trató de una "iniciativa unilateral y sorpresiva" de Rubiales. De Jorge explica que en el juicio deberá valorarse "la finalidad erótica o no o el estado de euforia y agitación experimentado como consecuencia del extraordinario triunfo deportivo" y sus consecuencias jurídicas. Pero deja claro que el beso en los labios "afecta a la esfera de la intimidad reservada a las relaciones sexuales, en particular en el contexto de dos personas adultas.

Semanas después, la Fiscalía solicitaba dos años y medio de cárcel para Luis Rubiales, por delitos de agresión sexual y coacciones, por su beso a Jenni Hermoso tras la final del Mundial el pasado agosto en Sídney (Australia). La defensa de Rubiales presentó hace unos días un recurso para solicitar el fin del procedimiento penal que han vuelto a colocarlo en el centro de la polémica. En el escrito, Rubiales vuelve a utilizar mensajes privados para tratar de lavar su imagen, una práctica que ya fue denunciada por varias juadoras al inicio del escándalo.

Para tratar de limpiar su imagen, su abogada incluye varios audios de la mujer de Ivana Andrés, futbolista de la selección, de los días 22 y 23 de agosto, tal y como adelantó "Relevo".

"No te mereces lo que está pasando"

Ana Moreno respondió a un mensaje previo de Luis Rubiales interesándose por la hija de ambas que había sufrido un percance médico en Australia.

En su mensaje de voz, de acuerdo con el escrito, Moreno se mostró agradecida y contestó: «Me llevo acordando de ti desde todo este jaleo. Se lo dije a 'Poqui' [Patricia Pérez, jefa de prensa de la Selección femenina], lo estábamos hablando. Me sabe fatal, de verdad. Nos sabe fatal, nos da muchísima pena lo que tienes que estar pasando. Es injusto. Bueno, creo que se está yendo todo de madre».

«Espero que estés más o menos bien, que estés fuerte y que aguantes. Te mando un beso enorme (...) Muchísima fuerza. A ver si, cuando vayamos para allá, te vemos. Un abrazo enorme porque nos sabe super mal todo lo que tienes que estar pasando», afirmaba.

En un segundo mensaje de voz, según la transcripción, la futbolista agradecía a Rubiales su labor con la Selección Femenina y añadía: «Es una pena que se tenga que empañar por toda esta movida y cómo están sacando todo... todo de quicio».

Asimismo, decía confiar en que «las declaraciones de Jenni» que estaban «saliendo en todos lados» ayudasen: «No te mereces todo lo que está pasando». Yo creo que, bueno, ya saliste pidiendo perdón, es un error y creo que... que ya hasta ahí el tema. Y no tiene que moverse más, pero yo creo que al final hay muchos intereses también para darte mucha caña y, bueno, esperemos que se pase cuanto antes», sentenciaba en el úlimo de los tres audios presentados audio.

Cabe recordar que Ivana Andrés también fue presionada para participar enel polémico vídeo de disculpas de Doha y, al igual que Jenni Hermoso, se negó a ello.

Una práctica que viene de lejos

Este "modus operandi" de Rubiales ya fue denunciado en varias ocasiones por las futbolistas. De hecho, al comienzo del proceso, las jugadoras ya anunciaron que no descartaban emprender acciones legales por las contantes filtraciones de conversaciones privadas con el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Ya lo hicieron tras el comunicado de la Federación en referencia al motín de las 15 al considerar que Rubiales había filtrado conversaciones internas de las quejas de las jugadoras sobre el ambiente enrarecido que se vivía en el vestuario.

También lo denunciaron en su declaración ante el juez donde incluso acusaron al ex presidente de haber hackeado el móvil de Jenni Hermoso para fabricar pruebas falsas y manipuladas que luego filtrarían a los medios. En una entrevista en en "Der Spiegel", Vero Boquete denunció que, en medio de la polémica sobre el beso de Rubiales a Jennifer Hermoso, el teléfono móvil de esta última fue 'hackeado' buscando cosas para comprometerla y para exonerar a Rubiales. "Así es la guerra. Sabíamos que no había reglas. El móvil de Jenni fue hackeado Tuvieron acceso a fotos y videos. Luego se filtraron las cosas que podían servir para atacar a la víctima", dijo Boquete al ser interrogada sobre imágenes que muestran a jugadores bromeando sobre el episodio en el autobús. La jugadora hacía así referencia al polémico vídeo publicado por Alvise Pérez -que realizó la única entrevista en España a Luis Rubiales- y que, según denuncian, fue "cortado" y "editado".

Tampoco tuvo reparos Luis Rubiales en revelar un mensaje de móvil en la polémica entrevista en la que anunció su renuncia. Durante su charla con Piers Morgan, el ex mandatario de la RFEF leyó un mensaje de apoyo en su móvil que no pasó desapercibido y que muchos no tardaron en atribuir a Montse Tomé. Rubiales leyó el texto que recibió tres días después del polémico beso. "Me lo envió una mujer, una persona del staff, apoyándome", que posteriormente dimitió y mostró el máximo rechazo tanto al beso como a su reacción. En un momento de su charla con Morgan, Rubiales decidió señalar, sin personificar, a “una persona que estaba en el bus”, “del staff”, cuando las jugadoras bromearon con él y le pidieron otro beso a Hermoso. “Quiero leer un mensaje. Tres días después, me dijo: ‘Solo puedo estar inmensamente agradecido por el momento que hemos vivido, y eso es también gracias a ti. Quiero mandarte mi apoyo. Que no se empañe lo que has hecho’.Después, esta persona, junto con 10 más, firma una carta en la que dice que mi acto fue machista”, hizo público.

Las jugadoras temen que el ex presidente de la RFEF siga filtrando conversaciones privadas para socavar la credibilidad de sus acusaciones y tratar de limpiar su maltrecha imagen. La guerra continúa.