"Caso Rubiales"

El llanto, Ibiza o las pruebas "manipuladas": así fueron las presiones de Rubiales a Jenni Hermoso

La fiscalía pide un año y medio de carcel para Luis Rubiales, Albert Luque, Jorge Vilda y Rubén Rivera por coaccionar a la futbolista tras el beso.

La tensa imagen de Rubiales y Jenni Hermoso a su llegada a España
La tensa imagen de Luis Rubiales y Jenni Hermoso a su llegada a EspañaTwitter

La Fiscalía - tal y como se hizo público ayer- pide dos años y medio de cárcel para Luis Rubiales, por delitos de agresión sexual y coacciones, por su beso a Jenni Hermoso tras la final del Mundial el pasado agosto en Sídney (Australia). La teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, también solicita un año y medio de prisión para el exseleccionador Jorge Vilda; el director deportivo de la selección masculina de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), Albert Luque; y para el responsable de Marketing de la RFEF Rubén Rivera. A todos ellos les imputa un delito de coacciones por las supuestas presiones a la futbolista internacional y a su entorno para que respaldase en una comparecencia pública la versión de Rubiales de que el beso fue consentido.

En su escrito de acusación, la representante del Ministerio Público también solicita que indemnice a la futbolista internacional con 50.000 euros por el beso y otros 50.000 por la presiones (la misma cantidad que pide que asuman de forma solidaria el resto de acusados) y que se imponga al expresidente de la RFEF la libertad vigilada durante dos años una vez cumpla condena y se le prohíba comunicarse con Jenni Hermoso y acercarse a menos de 200 metros de ella durante cuatro años (tres años y medio en el caso de los otros tres acusados).

¿En que consistieron esas coacciones?

Las presiones se produjeron en cuatro escenarios principales: el vestuario, el autobús, el vuelo de regreso y el viaje a Ibiza.

Jenni Hermoso afirmó que las primeras presiones ya las sintió en el vestuario. "Estaba en el vestuario y me dijeron que necesitaba que saliese, que se estaba hablando mucho del beso. Yo les dije: 'Sé cómo ha sido y no ha estado bien". Intentó desviar un poco el tema y nos dijo que teníamos un viaje pagado a Ibiza todas las que quisiéramos. Él me cogía, me agarraba del hombro porque yo estaba a su lado. Ahí me empecé a sentir incómoda y vi que algo más grave estaba pasando. Que lo que había sucedido no era normal y no lo fue en ningún momento".

Estas presiones y las que se sucedieron fueron ratificadas por sus compañeras de selección. Las futbolistas internacionales Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez ratificaron ante el juez del "caso Rubiales" las presiones que habría recibido Jenni Hermoso por parte de la cúpula de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para que respaldase la versión de Luis Rubiales de que el beso a su compañera tras la final del Mundial en Sídney (Australia) el pasado 20 de agosto fue consentido.

En su declaración ante el juez, la jugadoras apuntaron a Luis Rubiales, Jorge Vilda, el director de la selección, Albert Luque; y el responsable de Marketing de la Federación, Rubén Rivera, como autores de la presiones a Jenni Hermoso. Sgún fuentes jurídicas, la jugadoras relataron al magistrado Francisco de Jorge que el entonces presidente de la Federación le pidió "por sus hijas" y llorando a la futbolista del Pachuca que grabase el polémico vídeo de Doha junto a él quitando hierro a lo sucedido y dejando claro que no fue forzada a dar ese beso.

Las presiones en el avión

Un hecho que ya había sido revelado por el entorno de las futbolistas que detallaron lo ocurrido en ese avión de vuelta."Mi puesto está en juego, hazlo aunque sea por mis hijas. Necesito que salgas conmigo", le dijo Rubiales entre lágrimas a Jenni Hermoso. "Rubiales en el vuelo hacia Madrid se dio cuenta de la repercusión mediática que estaba teniendo lo ocurrido y de las palabras del Miquel Iceta. Entonces se acercó a la jugadora con la mayor discreción posible para pedirle que por favor le ayudara en esto. Le dijo que estaba su puesto en juego y que si ella se pronunciaba iba a disminuir la importancia que se le estaba dando a esto... Ella pidió al entorno que no entrara", adelantó en su día Espejo Público.

Ante la negativa de la jugadora, Paredes -que fue la primera en darse cuenta de la gravedad de lo ocurrido-, Putellas y Misa denunciaron ante el juez que el técnico de la selección española, Jorge Vilda, intentó presionar a la familia de Jenni para que la "convencieran de hacer lo correcto" pero tampoco tuvo éxito.

Las presiones continuaron después en Ibiza. Albert Luque -director de la Selección masculina de fútbol- y Rubén Rivera -director de marketing-, fueron los últimos en intentar que la jugadora mediara en el incidente con alguna declaración pública que rebajase el tono de la polémica. Y para ello se trasladaron a la isla. "En Ibiza siguen con las coacciones, le comunico a mi agencia que hagan lo que sea para que me dejen tranquila. Siguen insistiendo. Luego con familia, amigos... Ya en España hicieron una asamblea y pasó todo. Me han seguido los paparazzi...", relastó la delantera con tristeza en "Planeta Calleja".

A raíz de esas presiones, el día a día de Hermoso cambió radicalmente según relató la futbolista: "Estar por la calle y tener que mirar a la espalda a ver si alguien te persigue... Me tuve que ir de Madrid, me voy a Málaga. Tuve que huir cuando yo no había hecho nada".

Pero las denuncias de las futbolistas no se quedaron ahí y, ese escenario de coacciones y amenzanas, acusaron a la RFEF de manipular pruebas. En este sentido las campeonas del mundo se pronunciaron sobre el el video en el que se puede ver parte de la celebración en el autobús tras el Campeonato. Las jugadoras han dicho que se difundió cortado y que en ningún momento dijeron que Hermoso lo hubiera consentido.

Un vídeo "cortado" y "editado"

Un hecho que ya fue denunciado de manera contundente por Vero Boquete en "Der Spiegel". En la entrevista, Boquete aseguró que, en medio de la polémica sobre el beso de Rubiales a Jennifer Hermoso, el teléfono móvil de esta última fue 'hackeado' buscando cosas para comprometerla y para exonerar a Rubiales. "Así es la guerra. Sabíamos que no había reglas. El móvil de Jenni fue hackeado Tuvieron acceso a fotos y videos. Luego se filtraron las cosas que podían servir para atacar a la víctima", dijo Boquete al ser interrogada sobre imágenes que muestran a jugadores bromeando sobre el episodio en el autobús. La jugadora hacía así referencia al polémico vídeo publicado por Alvise Pérez -que realizará la única entrevista en España a Luis Rubiales- y que, según denuncian, fue "cortado" y "editado".

"En el autobús también hay otros momentos en que las jugadoras dicen que se trata de algo muy serio que no se puede tolerar. Como la FIFA le había prohibido a Rubiales contactar a Jenni él buscó entonces otros caminos", agregó.

Ahora, todos los señalados deberán hacer frente a los "actos constantes y reiterados de presión" directamente sobre Hermoso "y a través de su familia y amistades" para conseguir -según recalca la Fiscalía- que "públicamente justificara y aprobara el beso que contra su voluntad le dio Luis Rubiales". Un empeño que generó en la jugadora "una situación de hostigamiento que le impidió desarrollar su vida en paz, tranquilidad y libremente".