A más de 300 kilómetros por hora, Miguel Oliveira fue arrastrado fuera de la pista por las fuertes rachas de viento que obligaron a cancelar los entrenamientos oficiales de MotoGP este sábado en Phillip Island. El portugués se llevó un fuerte golpe y un buen susto, algo que encendió la voz de alarma y llevó a Dirección de Carrera a aplazar las sesiones una vez consultados todos los pilotos.

Las imágenes del accidente son espectaculares, en las que se puede ver cómo es el viento el causante de la caída y cómo es el propio vendaval el que arrastra las partes de la moto que saltan tras el impacto contra el asfalto. Una situación peligrosa que confirmaba lo que se intuía: que las condiciones no eran completamente seguras para configurar la parrilla de salida. Era mejor esperar al domingo y tratar de hacer la Q1 y la Q2 con mejor tiempo y sin ese viento racheado que era imposible en algunas curvas.