Delito fiscal

El fichaje de Neymar alteró el libre mercado

La Fiscalía pide a la Audiencia que siente en el banquillo al jugador, a su padre y a Rosell, pero no a Bartomeu, por corrupción en los negocios

Neymar, el día de su declaración en la Audiencia Nacional
Neymar, el día de su declaración en la Audiencia Nacionallarazon

La Fiscalía pide a la Audiencia que siente en el banquillo al jugador, a su padre y a Rosell, pero no a Bartomeu, por corrupción en los negocios

El acuerdo entre el Barça y Neymar en noviembre de 2011 por el que el club azulgrana se comprometió a pagar al jugador 40 millones de euros para garantizarse su contratación en 2014 (una incorporación que finalmente se adelantó un año) alteró, según la Fiscalía, «el libre mercado del fichaje de futbolistas», perjudicando al fondo de inversiones brasileño DIS (propietario entonces del 40 por ciento de sus derechos federativos). Con esta artimaña, la entidad que presidía Sandro Rosell privó a DIS de la posibilidad de que el jugador «entrase en el mercado conforme a las reglas de la libre competencia» pudiendo obtener un mayor pellizco por el traspaso. El fiscal José Perals cree que con esta actuación tanto el jugador como su padre, Neymar da Silva Santos, Rosell y el club cometieron un delito de corrupción en los negocios, al que añade otro de estafa impropia, atribuible en este caso al ex presidente azulgrana, a la entidad, al Santos (club de procedencia del jugador) y a su ex mandatario Odilio Rodrigues. Además, el representante del Ministerio Público considera que la madre del jugador del Barcelona, Nadine Gonçalves, y la empresa familiar N&N (con la que se firmaron la docena de contratos que llevaron a Neymar al Barça) son partícipes a título lucrativo del delito de corrupción entre particulares (es decir, que se beneficiaron de los efectos del mismo sin tener conocimiento del supuesto origen delictivo del dinero).

Por todo ello, la Fiscalía ha solicitado al juez de la Audiencia Nacional José de la Mata que transforme las diligencias de investigación por el trámite del procedimiento abreviado (un paso equivalente al procesamiento cuando la causa se instruye a través de un sumario), acercando al banquillo a los acusados. Entre éstos no está el actual presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, porque, a pesar de ser uno de los investigados, el fiscal sostiene que no ha quedado acreditada su participación en los hechos, pues sucedió a Rosell en enero de 2014, «no liderando ni formando parte activa en las negociaciones ni acuerdos para el fichaje de Neymar Jr.». Y es que, según el fiscal, fue Rosell quien «inició y lideró las negociaciones» a partir de 2013, cuando Rosell y Bartomeu decidieron, a espaldas de la Junta Directiva del club, adelantar el fichaje un año. Rosell mantuvo que el coste del fichaje era de 57,1 millones (los 40 pactados en 2011 y los 17,1 abonados al Santos por adelantar el fichaje un año), con el objetivo de no sobrepasar el tope de 70 millones de los que disponía el club para fichar esa temporada. Pero, sumados los desembolsos de los contratos simulados, ese montante ascendió, según el fiscal, a 83 millones.

En su escrito, Perals explica que en 2013 Rosell atendió las reclamaciones del padre de Neymar y ofreció al jugador un salario mayor al inicialmente pactado en 2011. El Santos también salió beneficiado. «Con la intención de ocultar el coste real del jugador», Rosell, el Santos y el padre de Neymar acordaron «fragmentar el pago del fichaje» en diversas partidas, perjudicando así a DIS. Se sucedió un rosario de contratos, «meras simulaciones» para encubrir el pago al club brasileño de los derechos federativos (cobró en total 25,1 millones) y el precio del fichaje. DIS percibió sólo el 40 por ciento de los 17,1 millones en que se cifró el traspaso: 6,8 millones en lugar de los diez que le correspondían (ese mismo porcentaje de los 25,1 millones). Por eso, el fiscal pide que se indemnice al fondo de inversión brasileño con 3,2 millones.