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La última bala del Madrid

Sergio Ramos hace un gesto con el dedo en el partido del Madrid del pasado sábado
Sergio Ramos hace un gesto con el dedo en el partido del Madrid del pasado sábadolarazon

Cuenta el Real Madrid los días que le quedan para el encuentro contra el PSG confiando en que la Champions, al cambiar de competición, cambie también la cara del equipo, que no termina de encontrar la regularidad necesaria para coger confianza y sentirse optimista para el duelo crucial. Después de un partido con buenas sensaciones, llega otro que impide abrazar el optimismo. Tras golear al Dépor, cayó contra el Leganés; después de la valiosa victoria frente al Valencia, en Mestalla, tropezó en el estadio del Levante. Ya sólo queda el partido contra la Real Sociedad, el sábado, para probarse antes del PSG.

Más gol la BBC

Uno de los grandes problemas del Madrid es que su dominio de los partidos no se refleja en el marcador. Hace un par de semanas que Zidane decidió apostar por sus tres delanteros para escapar de la crisis, pero contra el Levante, frente a un equipo que se cerró bien, a Cristiano y a Bale les costó sentirse a gusto. Ninguno de los dos terminó el encuentro después un papel discreto. Contra el PSG será otro partido, con un rival que prefiere atacar a defender y Zizou espera que la profundidad de sus tres de ataque haga daño al rival. Y, sobre todo, que recupere su principal característica: marcar goles con una facilidad que parece incomprensible ahora.

Cerrar los partidos

Hay otros equipos que cuando marcan un tanto sienten que medio partido es suyo. Expertos para defender y en replegarse, conservan un tanto como un tesoro. Al Madrid, en cambio, mantener la ventaja le cuesta mucho sufrimiento y se convierte en una misión imposible. Dos veces se adelantó al Levante y las dos veces se dejó empatar. Es muy difícil sumar puntos cuando la estrategia defensiva hace aguas. El Levante marcó en la primera parte, en la única ocasión que tuvo, pero cuando apretó, después del descanso, pudo ganar el choque. El Madrid no sabe replegarse, ni siquiera cuando el entrenador quita a los de arriba para dar más equilibrio al equipo. O vence de goleada o sufre. Tiene semana y media para mejorar.

Defensa

Tiene un problema el Madrid con los goles a favor, pero es que también tiene otro con los goles que recibe, los últimos de rechace de Navas. Son jugadas que descubren la descolocación de los blancos: los rebotes siempre llegan a los delanteros rivales, nunca a los defensas o a los centrocampistas del Real Madrid. Sucedió contra el Villarreal, en el Santiago Bernabéu, en un gol a la contra que supuso una derrota, pero es que el segundo tanto del Levante el sábado es un error grave de colocación. Varane se echa para atrás, quizá por inseguridad, no sigue la línea de Ramos, impide el fuera de juego, nadie le sigue y el Levante tiene mucho campo para jugar. Es otra tarea en la que tiene que insistir Zidane estos días.

Más intensidad

Con el marcador a favor, con la pelota a su favor durante toda la primera mitad fue incapaz de generar ocasiones para tomar más ventaja. Dio la impresión de que se conformaban con el tanto a favor, sin preocuparse de más. Tuvo mucho la pelota, pero le faltó ambición o mordiente para hacer más daño a un rival inferior y lanzarse al ataque. Contra Neymar, eso no va a pasar.