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Las claves de Medvedev, el rival de Nadal en la final del Open USA

El ruso superó (7-6, 6-4 y 6-3) a Dimitrov y en el último mes ha sido campeón en Cincinnati, finalista en Montreal y Washington y ha alcanzado la primera final de un Grande con 23 años

Medvedev se deshizo en tres sets de Dimitrov en la semifinal
Medvedev se deshizo en tres sets de Dimitrov en la semifinallarazon

"Alucino con lo que estoy viviendo en las últimas semanas", decía Medveded antes de alcanzar su primera final de un Grand Slam. Ahora ya está en una nube. El ruso derrotó (7-6, 6-4 y 6-3 en 2 horas y 38 minutos) a Grigor Dimitrov para confirmar que se ha convertido esta temporada en la sensación de la ATP. Medvedev será el rival de Rafa en la final del Abierto de Estados Unidos. Será el segundo partido entre ambos. El primero fue hace menos de un mes, en la final del Masters 1.000 de Montreal. Medvedev llegó diciendo que no se iba a dejar intimidar y cayó por 6-3 y 6-0 ante el español.

El ruso (11-2-1996, Moscú) es un jugador atípico. Es la cabeza más sólida entre los tan publicitados miembros de la "Next Gen". Otros como Kyrgios, Zverev o Tsitsipas pueden tener más talento o jugar más bonito, pero nadie es tan duro mentalmente como él. Su Open USA no ha hecho más que ratificarlo. Ha tenido problemas físicos en segunda ronda ante Dellien (calambres) y en cuartos ante Wawrinka (molestias en la pierna izquierda), pero se ha sobrepuesto a todo.

Ningún jugador, ni siquiera Rafa, ha ganado este año más partidos que él. Acumula 49 victorias y ha ganado 20 de sus últimos 21 partidos. La única derrota llegó precisamente ante Nadal en Cincinnati. La semifinal en la Arthur Ashe ante Dimitrov fue la mejor prueba de cómo funciona en la pista. Es un gran restador, lo devuelve todo y su revés a dos manos es su golpe más fiable. Dimitrov rascó y rascó, pero no encontró grietas. Y eso que el servicio del ruso, otra de sus armas, estuvo lejos de sus mejores números. Ahora hay que comprobar si eso es suficiente para evitar el décimo noveno Major del español.

Medvedev era apenas hace año y medio carne de Challenguers. En 2018 empezó a crecer (títulos en Tokio, Sidney y Winstom Salem) y pase lo que pase en la final el lunes ya será el número cuatro del mundo. Este año ha sumado dos títulos más (Sofía y Cincinnati), todos en pista dura. Entrenado por el francés Gilles Cervara, exjugador de 38 años, Medvedev sueña con sucede a Marat Safin (2000) como campeón en Flushing Meadows.

Adicto a las chucherías y amante de la panacotta, el ruso es un tipo despistadísimo. En algún torneo ha tenido que preguntar al juez de silla en qué palco se encontraba su equipo y en el pasado Wimbledon protagonizó uno de los juegos más rápidos de la historia. Al servicio tardó 29 segundos en apuntarse un juego. Cuatro saques directos ante Pouille tuvieron la culpa. En Nueva York, además, se ha rebelado como un tipo escasamente diplomático. Ha tenido problemas con los recogepelotas y con el público en sus partidos ante Koepfer, Feliciano y Wawrinka. Su problema en la final será Rafa.