Dos jornadas disputadas y un punto para el Real Madrid en la Liga de Campeones. Algo inesperado antes de la visita del Brujas, que parecía propicia para empezar a ganar en la Champions este curso. Los blancos rescataron un punto al final, un botín aceptable visto como se ha desarrollado la tarde.

Casemiro y Ramos, salvadores. Dos cabezazos de estos dos pesos pesados del vestuario neutralizaron los tantos de Bonaventure y salvaron un punto. Sus nombres siempre aparecen cuando el Real Madrid está en dificultades y suelen ser protagonistas cuando hace falta tirar de heroica.

Marcelo y Areola mejoraron al equipo. Los dos entraron en el descanso por las lesiones de Nacho y Courtois. El portero belga se sintió indispuesto con mareos y dolor de estómago y se quedó en el vestuario. Areola entró y salvó el 0-3 con una gran acción en un mano a mano. Marcelo, por su parte, dio aire a la salida de balón por la izquierda y puso en problemas a la defensa rival.

La intensidad, un poco tarde. El Madrid volvió a salir desconectado y sin concentración. Algo que el Brujas le hizo pagar con dos tantos al contragolpe. Zidane exigía más energía tras la derrota de París y sus futbolistas parecían haberla recuperado, pero esta noche volvieron a salir dormidos. Cuando quisieron despertar sólo les dio para empatar el partido.