Lucha libre
El legado de Hulk Hogan en cifras: los números que cimentaron la "Hulkamania"
12 títulos mundiales y millones de fans: así se construyó el mito
Hulk Hogan, fallecido este jueves a los 71 años, no solo fue la cara más reconocible del wrestling durante décadas, sino también uno de los luchadores más laureados de la historia. A lo largo de su carrera, conquistó 12 títulos mundiales: seis como Campeón de la WWF (incluyendo un reinado como Campeón Indiscutido) y seis más en la WCW, consolidándose como el único atleta en dominar ambas empresas en su era dorada. A esto se suma su Campeonato Mundial en Parejas junto a Edge en 2002, demostrando su versatilidad incluso en etapas tardías de su carrera.
Hogan fue sinónimo de éxito comercial para la WWE. Sus combates en WrestleMania I (1985) y III (1987) revolucionaron el negocio del entretenimiento deportivo: el duelo contra André the Giant en el Silverdome reunió a 93.173 espectadores, récord que se mantuvo por casi tres décadas. Además, protagonizó ocho de las primeras nueve ediciones del evento, algo nunca igualado. Su rivalidad con Randy Savage, The Ultimate Warrior y Sgt. Slaughter generaron índices de audiencia que superaron los 10 millones de espectadores semanales en la TV estadounidense.
La máquina de hacer dinero
Más allá de los títulos, Hogan fue un fenómeno cultural y económico. En los años 80, su imagen generó ventas de merchandising por $100 millones anuales, con sus característicos brazaletes y camisetas rasgadas como símbolos de una generación. Su transición a la WCW en 1994, con un contrato de $2.3 millones anuales, lo convirtió en el luchador mejor pagado de la historia hasta entonces. La formación del grupo nWo (New World Order) en 1996 relanzó la industria y llevó a la WCW a superar en rating a la WWE durante 83 semanas consecutivas.
Legado eterno
Aunque su última lucha fue en 2012, su influencia persiste: la WWE lo considera parte de su "salón de la fama" desde 2005, y sus apariciones esporádicas seguían movilizando audiencias. Con más de 40 años en el ring, Hogan dejó un modelo imitado por generaciones posteriores, desde John Cena hasta Roman Reigns. Sus números no mienten: fue el primer "superstar" global del wrestling, un titán cuyos récords y hazañas redefinieron para siempre el deporte espectáculo.