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¿Por qué Nadal pierde ahora en tierra?

Nadal disputará su próximo torneo en Roma
Nadal disputará su próximo torneo en Romalarazon

Rafa Nadal perdió en Madrid por tercera vez consecutiva en las semifinales de un torneo de tierra. “A lo mejor esto es lo normal, y no lo que ha pasado los últimos quince años”, dijo el español. Es presa de su pasado, porque acostumbrado a ganar siempre o casi siempre sobre esta superficie, la penúltima ronda parece que se queda corta. “Creo que tengo tenis por delante, sólo tengo que estar sano y jugar bien”, aseguró tras caer en el Masters 1.000 de la capital española. Esta vez le está costando más volver de sus problemas físicos, está en un proceso de recuperación, va dando pasos adelante, pero le quedan unos pocos.

Confianza

“Me ha faltado, por poner un pero, tener más confianza en los golpes ganadores. No es que los haya hecho mal, es que tengo que no pensar antes de hacerlos”. Lo dijo Nadal tras superar a Wawrinka en cuartos. De sus palabras se desvela la falta de confianza que todavía tiene. Rafa juega de memoria en tierra batida, los tiros le tienen que salir de forma automática e incluso en uno de sus mejores partidos en Madrid no fue así. La recuperación tenística empieza por la cabeza, y viceversa.

La derecha

Es su golpe clave. Tiene que dominar con él para hacer sentir a los rivales la presión. Cuando golpea su "drive"de forma cómoda y metido en la pista, casi nadie tiene respuestas por el efecto que logra dar a la pelota. Castiga con las derechas cruzadas el revés del contrario, porque es zurdo, y cuando tiene al rival desbordado, machaca con la paralela. Éste último tiro no se le ha visto demasiado en Madrid. Cuando hace varias derechas paralelas en cada partido quiere decir que todo va bien. Es sinónimo de confianza.

El revés

La derecha es el mejor golpe de Nadal, pero, curiosamente, también el que más se le resiente cuando no tiene confianza. Se enreda, empieza a tirar demasiado hacia arriba y le falta profundidad, por lo que los rivales le dominan. El revés, en cambio, es más equilibrado en el sentido de que suele ser más estable y sólido. Muchos rivales le buscan las cosquillas por ahí, pero tiene consistencia para aguantar y a veces también lo suelta para lograr ganadores.

El saque

Es muy importante. Nadal nunca ha sido un sacador, pero sí tiene un servicio que molesta, sobre todo el cortado. Rafa necesita servir bien para, de nuevo, poder ser dominador en los puntos y poder mover al rival de lado a lado.

Roland Garros

Rafa llega a estas alturas de la temporada sin títulos, lo que no se le recuerda desde que se instaló en la élite del tenis. Pero más que títulos, lo que necesita es sensaciones porque sabe que en París es muy difícil de batir. Los cinco sets a los que se disputan los Grand Slams son una garantía extra. En esas circunstancias (que sólo se dan en tierra en Roland Garros y en la Copa Davis), únicamente ha perdido dos partidos en su carrera: contra el sueco Soderling en 2009 y contra Djokovic en 2015. En 2016 tampoco ganó el torneo francés, pero se retiró antes de disputar la tercera ronda por una lesión en la muñeca. En París Rafa suele ir de menos a más. También está Roma para afianzar sensaciones: en Montecarlo perdió contra Fognini en un mal día, en Barcelona no pudo con Thiem, pero no jugó mal, mejoró sus prestaciones, lo mismo que en Madrid ante Tsitsipas. Lo que está por ver es si con la mejoría será suficiente ante rivales como Thiem, Tsitsipas o la versión de Djokovic que se ha visto en Madrid.

Entonces...

Si tiene confianza, Nadal puede volver a dominar en tierra porque nadie juega mejor que él en esta superficie. No hay que olvidar que pese a los muchos problemas físicos que ha tenido el zurdo a lo largo de su carrera, cuando peor lo pasó fue cuando no iba de cabeza y se le veía que quería marcharse de los partidos. No parece el caso. Él asegura que le sobran ganas.