Del mosqueo de Sainz a la emoción de Alonso en Albert Park

Fernando Alonso (Aston Martin) era uno de los pilotos más satisfechos después del Gran Premio de Australia. El bicampeón del mundo volvió a subir al podio y habló de un domingo "redondo y con una montaña rusa de emociones en la última media hora". "La fiabilidad está siendo de momento muy buena. Tras el problema de Lance con los escapes en la última carrera, es importantísimo acabar terceros y cuartos hoy, porque son muchos puntos para el equipo. Ferrari sólo tenía un coche en pista, Mercedes también, con el problema de Russell. Un domingo redondo", señaló en Dazn.

Las tres banderas rojas en Albert Park y la resalida a falta de dos vueltas marcaron la carrera. "Pensaba que teníamos el podio al final, pero la bandera roja fue un poco sorprendente, por el Haas que estaba en la curva cuatro. Luego vino el toque, nos quedamos fuera de los puntos y luego nos volvieron a meter. Ha sido una montaña rusa de emociones en la última media hora. Estamos muy contentos con el podio, el tercero consecutivo. No pudimos atacar a Hamilton, que hizo una carrera fantástica delante de nosotros. Por detrás teníamos mucha presión, íbamos en tierra de nadie", continuó.

En la resalida, Carlos Sainz arrolló al asturiano en la primera curva y todo volvió a detenerse. "La bandera roja no era necesaria porque estaba un coche parado en la curva 4, para eso están los 'safety car', para ralentizar un poco la carrera. Al final era como una vuelta de carrera. Al igual que en Silverstone, si hay un accidente antes de pasar el primer sector, se vuelve atrás. Era injusto", subrayó. Además, calificó la sanción de cinco segundos a Sainz como "dura". "No sabía quién me había tocado, luego vi que era Carlos y que tuvo una penalización, seguramente dura. Cuando tienes las ruedas frías no vas a chocar contra nadie", indicó. "Cuando sacan una bandera roja, que lo hacen por seguridad, cuando haces una salida otra vez con los veinte coches yendo a la primera curva después de una vuelta de formación por detrás del 'safety car', que va muy lento, al final lo que creas es más peligro porque va a volver a suceder algo. Lo hablaremos en la próxima carrera. Estoy contento con el podio, pero la última media hora fue confusa", finalizó.

Y es que Sainz no podía ocultar su enfado después de la penalización. "Prefiero no hablar, sinceramente. Voy a esperar a hablar con los comisarios, que me expliquen la decisión que han tomado. Ya cuando hable con ellos, haré alguna declaración. Ahora mismo, lo que diga, no va a estar bien, así que prefiero esperar", apuntó el madrileño. "No merece la pena. Luego vuelvo y hablo, porque si no igual me ponen otra penalización si voy a la prensa primero", finalizó Sainz.