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Las lágrimas de Marc Márquez y la llamada de Mick Doohan que le hizo volver a creer

El piloto del Repsol Honda desveló una conversación con el mito australiano que le sirvió para mantener la paciencia cuando el brazo derecho no mejoraba

Marc Márquez no pudo evitar emocionarse en el podio después de ganar la carrera en Sachsenring
Marc Márquez no pudo evitar emocionarse en el podio después de ganar la carrera en SachsenringFILIP SINGEREFE

Cuando los pilotos sufren una lesión y tienen dudas, necesitan hablar con alguien que haya pasado por lo mismo. Una terapia que Márquez recibió de Mick Doohan, otro mito del Repsol Honda. Lo reconoció Marc después de su triunfo en Sachsenring, cuando los recuerdos de todo lo que ha pasado estos meses le vinieron a la cabeza.

«Hablé media hora por teléfono con él y me ayudó muchísimo. Me explicó lo que le sucedió en 1992, lo que sentía, qué errores hacía... y yo sólo escuchaba, no hablaba. Y resultó que me estaba diciendo justo lo que me está pasando a mí ahora», confesaba Márquez. «Al volver de la lesión se encontró una moto distinta y cometía errores estúpidos que no eran propios de él. Me dijo que luego todo cambia, que hace falta paciencia, y esto te tranquiliza, porque ves que una leyenda pasó por ahí, le costó y lo acabó sacando», cerraba Marc.

Asegura el español que necesitaba consolarse con alguien que hubiera estado en esa misma situación. Los pilotos hablan un mismo idioma, el de los competidores, así que sólo uno de su especie puede convencerlos de que pueden salir del agujero en el que se encuentran.

Y eso hizo Márquez, que también tenía los consejos cercanos de Emilio Alzamora, su mánager de siempre, y que también fue piloto. En los peores momentos Marc se apoyó en su entorno más cercano y se aisló de todo lo que venía de fuera. No quería escuchar ni leer nada, así que se apartó de las redes sociales. “Ni siquiera lo escribía yo, manda la foto y lo hacía otra persona”, ha admitido en Alemania.

Se trataba de centrarse en el trabajo de recuperación, con su fisio, Carlos, viviendo en su casa durante un año para que hacer varias sesiones diarias de estiramientos y tratamientos. “De esto no se sale solo, por eso quiero agradecer el apoyo de todos los que han estado cerca en este tiempo”, afirmaba Márquez, que también quiso reconocer a Honda la comprensión. “Me han respetado en todo momento durante la lesión”, añadía agradecido.

Por supuesto tuvo un apartado especial para los doctores, desde Mir hasta el equipo del doctor Antuña, que le hizo esa tercera operación clave para poner un injerto que favoreciese la cicatrización del hueso y acabase con la infección que había en la zona.

Esos fueron los momentos de más dudas, cuando no era capaz de levantar un vaso de agua con esa extremidad y sentía que la cosa no iba a mejor y sí a peor. Ahora todo eso parece haber pasado, y aunque no cree que pueda volver a su mejor nivel esta temporada, el triunfo después de 581 días le permite seguir creyendo en que todo será como antes.