El portugués decidió la eliminatoria con dos goles en la ida y el primero en la vuelta. Mbappé y Neymar se van sin marcar.

«Él sí va a estar», dijo Zidane de Cristiano el pasado sábado cuando le preguntaban por las posibilidades de Kroos y Modric para llegar a París. Si hay alguna certeza en este Real Madrid es Ronaldo, que en el Parque de los Príncipes aumentó su leyenda de gran goleador en la mejor competición del planeta. Son 22 goles en los últimos 13 partidos de un torneo en el que el Madrid y su delantero se sienten como en el sofá de casa mirando la televisión con una manta por encima. No tiene secretos para los blancos la Champions, que a lomos del portugués siguen coleccionando eliminatorias superadas. Tocó mucho CR7 fuera del área antes de meterse en ella y cabecear el balón que le regaló Lucas. Levantó la cabeza el gallego y vio la arrancada de Cristiano en el segundo palo. Allí puso la pelota y el resto fue otra celebración de Ronaldo, la decimosegunda en lo que va de Liga de Campeones, donde ya sólo le queda superar los propios récords anotadores que él ha establecido anteriormente. Fue su único tiro entre los tres palos, además chutó dos veces fuera, pero a los grandes pistoleros no les hace falta mucho más.

En París amplió una exhibición de pólvora que arrancó el 14 de abril de 2017 en Múnich. Allí llegaba el Madrid en los cuartos de final envuelto en la misma sensación general que ahora de favoritismo del rival. Un doblete en Alemania y tres tantos en la vuelta en el Bernabéu fue la respuesta de la estrella lusa, que después firmó otro triplete en las semifinales ante el Atlético y un doblete en la final de Cardiff ante la Juventus, que había recibido muy pocos goles hasta ese encuentro. Al revés le sucedió ayer al PSG, que tenía una media de tres tantos cada noventa minutos antes de esta eliminatoria en la que sólo ha hecho dos en 120.

El cambio de curso lo ha sido en la puntería de CR, que marcó en todos los partidos de la fase de grupos. Cuatro al APOEL, tres al Dortmund y dos al Tottenham fue su saldo, cuando la temporada anterior sólo había aparecido dos veces en esos primeros seis partidos. En los octavos camino de la duodécima no le marcó al Nápoles, pero esta vez sí ha empezado antes su cosecha en las eliminatorias. Tres al París en estos dos partidos y ninguno de Neymar y Mbappé. El futuro, claramente, puede esperar y el presente es Cristiano.