Tour

El renacer de España

El quinto puesto de Carlos Rodríguez y las tres victorias de etapa devuelven al ciclismo español al primer plano competitivo

Carlos Rodríguez ha terminado quinto en la general
Carlos Rodríguez ha terminado quinto en la generalAgencia EFE

Con la retirada de Joaquín Rodríguez las alarmas ya se empezaron a encender. Luego llegó la de Alberto Contador, tan grandiosa en 2017 ganando en la cima del Angliru en una Vuelta que no pudo hacer suya frente a Chris Froome, pero en la que se pasó dando espectáculo a base de ataques etapa sí y etapa también. Cuando se marchó, el ciclismo español empezaba a temblar. Los años dorados estaban a punto de llegar a su fin, sólo quedaba Alejandro Valverde como gran exponente de esa época enorme de la que también formaron parte Óscar Freire y sus tres mundiales o Samuel Sánchez y su oro olímpico. El listón era altísimo. Mejorarlo, incluso alcanzarlo, igualarlo, prácticamente imposible.

Resultó el año pasado, cuando el «Bala» colgó la bicicleta con 42 años, conscientes todos de que podía haber seguido a alto nivel al menos una temporada más, que el ciclismo español respiró ante la irrupción de Juan Ayuso, tercero en su primera Vuelta, y de Carlos Rodríguez, séptimo y bravísimo después de caerse en la última semana y sobrevivir como pudo. Este Tour le ha confirmado a él y al ciclismo que España ha vuelto al primer plano mundial.

Y además, para quedarse. Porque no hay más que echar un vistazo a la lozanía de las nuevas perlas: Ayuso, 20 años. Carlos Rodríguez, tan solo dos más. El futuro es de ellos. Mientras, el presente pasa y sigue pasando por las piernas de ciclistas estelares como Pello Bilbao, de lejos el corredor más regular del pelotón español. Llegó a París sexto en la general y con una etapa en el bolsillo. El vizcaíno del Bahrein Victorious es de esos ciclistas que con poco ruido y mucho trabajo da siempre el resultado ideal. Fue quinto en el Giro del año pasado, noveno en el Tour de 2021. Un valor sólido y seguro siempre.

Y como él, Ion Izagirre, el último en dar una alegría en forma de victoria de etapa. Con ellos dos, más Carlos Rodríguez triunfante en Morzine se acabó la sequía que España arrastraba desde el 2018 sin vencer etapas en el Tour. El de Almuñécar, además, se marcha siendo la gran sensación de esta ronda. Ha luchado hasta el final por el podio y le ha costado sudor y sangre, como la que el sábado derramó tras su caída y aún así defendió con pundonor el quinto puesto. Suyo es el futuro del ciclismo español.